1. Amor de verano (parte 1)


    Fecha: 28/06/2018, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... orgasmo. Ariel me comía los labios y el cuello, lo que aumentaba más mi estado de éxtasis. -Por Dios.- gruñó. -¿Qué sucede? -Tus gemidos… Me calientan demasiado.- sonrió.- Son tan jodidamente sexis. -¿Si?... Ahh… Mmm.- gemí para él.- ¿Te gusta? -Me enloquece. Comenzó a embestirme con fuerza, sus huevos golpeaban con violencia a mis nalgas. Mi pene tenía inundada a toda su mano, a causa de mis líquidos. Nos cansamos de esa posición y me coloqué en 4. Arqueé mi espalda y le ofrecí mi culo. Sus brazos me rodearon y me sentí completamente envuelto en él: éramos uno solo. Empezó a gruñir en mi oído y sus embestidas se hicieron potentes. Mi orgasmo estaba en camino y por más que me contraía, parecía inevitable. Comencé a gemir más fuerte y Ariel se deleitó. Mi culo se contrajo con violencia alrededor de su verga y empecé a dispararle semen a su mano que aun me masturbaba. Soltó un “Mmmm” en mi oído, y supe que estaba derramando su leche en mi interior. Su verga entraba profundamente en mi cuerpo y escupía su delicioso néctar sin piedad. Cuando acabamos, caí a nuestra improvisada cama y él cayó sobre mí. Su mano estaba llena de mi semen (de lo contrario nuestra ropa hubiese quedado completamente sucia) y entre ambos la ...
    ... limpiamos. -Somos unos cerdos.- dije con una sonrisa. -Tienes buen sabor.- dijo Ariel relamiéndose los labios. -En otro momento probaré el tuyo. -¿Habrá otro momento?-preguntó. -Todos los que quieras. Salió lentamente de mí, y sentí como su semen se escurría por mi hoyito. Ariel separó mis nalgas y se admiró por cómo había dejado a mi anteriormente virgen culito. Mientras me paraba, vi un rastro de sangre, y me alegré por haber perdido mi virginidad con él. Terminamos de vestirnos y nos fuimos al calor de la playa. Después de ese excitante momento, sentí que estábamos más unidos que nunca. Fuimos al pueblo y me compró unos churros bañados en chocolate (mis favoritos) y luego nos sentamos a la orilla del lago a comer. Luego de un rato, el sueño me invadió y nos despedimos. Cuando comencé a desvestirme, sentí que ya no me quedaba energía y en modo zombi terminé de desnudarme. Caí en la colchoneta y me dormí. Al rato después, escuché que alguien entraba. Sentí que me tocaban las piernas y me desperté. Me encontraba desnudo y Kevin tenía mis calzoncillos en sus manos, con una dudosa mancha de humedad en donde iba mi culito. -¿Qué es esto?- preguntó con una mueca de asco. Me tapé lo más rápido que pude y me quedé de piedra. 
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