Fin de semana al desnudo
Fecha: 28/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Autor: Ser Pïter, Fuente: CuentoRelatos
No me lo podía imaginar, pero lo que oí en ese momento, y sin yo saberlo, cambiaria mi vida sustancialmente. ¿Porque aquella mujer me hizo esa petición, y en aquella circunstancia…? Quizá si relato los acontecimientos desde el principio, podría en un ejercicio de profunda reflexión hallar alguna luz sobre lo que podría haberle pasado por la cabeza… Mi nombre es Ser Pïter, como podréis comprobar es un pseudónimo, ningún nombre que aparece en esta historia es auténtico. En ocasiones la realidad supera la ficción y en este caso ni en mis mejores sueños pensé que esto llegara a suceder en mi vida. La mujer a la que me refería anteriormente se llama Nina, es mi tía política, una mujer que sin tener un cuerpo diez, a mí desde los catorce años me fascinaba, probablemente porque en aquella época fueron las primeras tetas al natural; unos pechos grandes y firmes; que tuve la ocasión de ver; tenía mi señora tía, la sana costumbre de hacer Top Less en la playa, por lo que desde ese momento se convirtió en la musa de mis fantasías sexuales durante muchos años, y esa fascinación ha existido desde entonces, mitigada por la novia de turno… pasó el tiempo y los acontecimiento que me dispongo a narrar nos pillaron a mi tía en la mitad de los cuarenta y a mi recién entrado en la treintena. La primavera estaba recién estrenada, yo acababa de dejarlo con mi novia; Geles a pesar de que han pasado los años aun la recuerdo fugazmente, juntos nos iniciamos en el mundo liberal del intercambio de ...
... parejas y del sexo en grupo, fue una época de fiestas, orgias y sexo continuo en la capital del reino, y por olvidarla regrese una pequeña temporada a mi ciudad. Llegaba a casa después de tomarme mi café matutino en la cafetería de siempre, cuando me encontré con mi tía Nina y su hermana Auri. Venían de hacer la compra y como iban muy cargadas les ayude a subirla a casa; cosas de la vida, mis tíos cuando se casaron se vinieron a vivir a nuestro mismo edificio, puerta con puerta; y cosas de la vida también, casi veinte años de matrimonio y vida en común tirados a la basura por la infidelidad de mi tío con una compañera del trabajo, resultado ella se queda con el piso y él se va a vivir con la otra. Como iba diciendo, ambas hermanas hablaban de las vacaciones de Semana Santa, muy próxima ya. Entramos a casa de mi tía y mientras yo ayudaba a colocar la compra a Auri se le ocurrió algo. - Por qué no te vienes con Carlos y conmigo a la sierra, y te olvidas un poco de todo. - No me apetece, además que hago yo allí, sola, con vosotros dos. - Anda vente con nosotros… Invita a alguien hay sitio para cuatro. - No sé. Auri no dejaba de insistir; mientras, yo estaba a lo mío. - ¡Venga, no te hagas de rogar! - Vale, ya que insistes… ¿Ser, te vienes a la Sierra? Yo que acababa de terminar de colocar la compra y sin percatarme de lo que aquello significaba respondí afirmativamente. -¡Sí, claro; porque no…! A lo que Nina refrendó. - Así te olvidas tú también de la ruptura con tu chica. - A los ...