1. Fin de semana al desnudo


    Fecha: 28/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Ser Pïter, Fuente: CuentoRelatos

    ... cama, se metió en el baño, se duchó, y cuando salió, preguntó -¿Estaba vestido o desnudo? -Desnudo Respondió Nina -¡Vale! No os vistáis vosotros tampoco, que eso quiere decir que la sesión de sexo no ha terminado. Y se fue… tal y como vino al mundo. Mi tía y yo nos quedamos aún un rato más. -Te he echado de menos… No es cierto que estuviera nerviosa con Carlos… No era tú, nos ha faltado química. Aunque te voy a ser sincera, ha habido un rato que me he puesto muy cachonda escuchándoos a los dos, vosotros sí que habéis estado compenetrados. Divertido exclame. -¡Nos han tenido que oír todos los de las cabañas! Ya un poco más serio, le cogí la cara con las manos y la bese en los labios y cuando nos separamos le dije. -No te habrá molestado. -No. Además ha sido una experiencia que no me ha disgustado, a pesar de todo la situación tiene su morbo. -Venga nena, vanos “pa’rriba” y a desayunar que nos va hacer falta hoy estar fuertes. Los dos rompimos a reír. Nos besamos de nuevo, nos levantamos y nos duchamos y bajamos… desnudos. Una vez a bajo nos dimos los buenos días que yo acompañe con una cachetada en el culo de mi cuñada y un buen beso de tornillo. Una vez terminamos recogimos todo y Carlos habló -Bueno la idea es que pasemos el día juntos los cuatro follando hasta que no podamos más, todas con todos y viceversa. Que os parece. Todos asentimos y empezó la fiesta. Nina y yo comenzamos a meternos mano y a besarnos con ganas, mientras Auri y Carlos hacían lo propio, como estábamos ...
    ... juntos yo de vez en cuando deslizaba mi mano y acariciaba los muslos de mi cuñada. Como habéis advertido he comenzado a referirme a la hermana de mi tía Nina; Auri, como mi cuñada, esto es así, porque a estas alturas, Nina y yo éramos ya una pareja formal. De aquella manera estábamos, acariciándonos, besándonos… yo empecé a deslizarme hacia abajo, me amasé, esos pechos que me volvían loco que lamí y mordisquee, hasta que Nina decidió que ya estaba bien y me empujo con sus manos apoyadas en mis hombros hacia abajo, llegue a su entre pierna, ella se acomodó en el sofá para facilitarme el cunnilingus, allí hundí mi cabeza y me apliqué en la tarea, Nina, gemía y disfrutaba cada vez que mi lengua recorría sus labios vaginales o con mis labios sorbía su clítoris, a cada mordisquito, ella respondía con un suspiro, estaba cada vez más caliente y excitada, comencé a meter mis dedos en su vagina, primero uno, luego otro, así hasta cuatro, y al poco le metí el puño, que mi tía recibió sin la menor queja. Mientras, a nuestro lado Carlos y Auri estaban ya muy metidos en faena, mi cuñada no paraba de gritar y de insultar a su chico, cosa que al parecer a él le excitaba ya que a cada insulto de ella más fuerte era el empellón que Carlos le daba. Nina y yo a lo nuestro, mi puño entraba y salía de su vagina despacio, sin prisas, haciéndole disfrutar de cada segundo que mi mano permanecía dentro de ella, así hasta que se corrió en abundancia y yo me volví a colar en su entrepierna para limpiar ...
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