1. Los amigos de mi mujer (1)


    Fecha: 01/07/2018, Categorías: Hetero Autor: komo, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuestro propio caso… y comencé a comprender lo que le pasaba a Marta… sus momentos de ausencia… sus miradas al vacío… su actitud tan poco expresiva al hacer el amor… Marta estaba poniendo en boca de otros, sus propias quejas… -Y, dime amor… ¿qué hicieron al respecto?... porque últimamente María se veía feliz… no cuadra con lo que me estás contando… -Efectivamente, ella se veía feliz, porque habían hablado sobre el problema… y tomaron algunas decisiones. -Ah, ¿sí?... ¿Cuáles? -Me dijo que hablaron claramente, que también su marido, estaba un tanto cansado y aburrido de la monotonía que se había instalado en sus relaciones, y que estaba decidido a mejorarlas de la forma que fuera necesario, así que, para empezar, decidieron introducir en sus juegos algunos juguetes eróticos… -¿Juguetes eróticos?... ¿De verdad?... –contesté un poco extrañado- ¿Qué clase de juguetes?... ¿vibradores? -Sí… -dijo observándome a la cara- Mis cejas se arquearon en señal de extrañeza, pues no terminaba de creer lo que Marta me estaba contando. No conocía muy bien a María ni a su marido, pero, por la imagen que yo tenía de ellos, no me terminaban de encajar los detalles que me estaba contando Marta. Ella continuaba observando mi reacción, como esperando ver una señal, antes de continuar el relato. -Bueno, si les gustaban… -No lo podían saber, puesto que nunca los habían usado. Fue a partir de planteárselo, que comenzaron a usarlos… y fue entonces que descubrieron que sí… les empezó a gustar mucho ...
    ... usarlos… Me daba cuenta de que Marta, estaba a punto de proponerme la introducción de juguetes en nuestros juegos, cosa que a mí, no me terminaba de gustar demasiado, pero, en vista de que parecía inevitable, decidí adelantarme, y proponerlo yo mismo. -Si te parece, podríamos probar algo de eso… -dije, tratando de parecer convincente,- ¿Quieres que compremos uno de ellos? -No hace falta, cariño… Ya lo he comprado yo… -contestó, casi de seguido-… ¿Quieres verlo? Mi sorpresa iba en aumento. Nunca hubiera supuesto que Marta se atreviera a hacer una cosa semejante, por sí misma… -Pues, claro que quiero, -dije tratando de poner una cara de entusiasmo, que realmente no se correspondía demasiado con la realidad. Se dirigió al armario del dormitorio, y regresó con un pene vibrador de grandes dimensiones, tanto por lo grueso, como por lo largo. Quedé por un momento estupefacto, pues la escena me parecía irreal. Al tomarlo con mi mano, y poner en marcha el vibrador, un hormigueo recorrió mi cuerpo desde mi pene al cerebro, como una descarga eléctrica, y supe que el juguete en cuestión, nos procuraría deliciosos momentos de placer. -¡Vamos a probarlo! -dije muy decidido, después de besarle apasionadamente en la boca- Apresuradamente, retiramos la ropa de cama, nos desnudamos y nos tendimos sobre el lecho. Quité con cierto nerviosismo el sujetador y las bragas a Marta. Mi mano, recorrió sus labios vaginales, y mis dedos, se adentraron levemente en su vagina, que estaba completamente húmeda. ...
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