Convertida en una puta por la culpa de mi hijo
Fecha: 08/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo Duro
Sexo en Grupo
Autor: delmos2007, Fuente: xHamster
... de manera rítmica, un jadeo profundo de él y dos jadeos secos de ella.Carlos fue parando poco a poco a medida que inundaba el chocho de su madre. Cuando detuvo las clavadas, dejó la verga metida hasta el fondo y apoyó la cara en la mejilla de su madre para recuperar las fuerzas. Ella también acezaba con los ojos cerrados, percibiendo la polla encajada en el chocho. Aún le masajeaba las tetas por dentro del escote. La mano pasaba de una a otra sin parar. Miguel aún les vigilaba desde el pasillo. Permanecían inmóviles, en la misma posición. Se mantenía a la expectativa, pero transcurrieron cinco minutos sin que se movieran ni hablaran, como si se hubiesen quedado dormidos con la verga dentro. Pero de pronto, su hijo comenzó a contraer el culo de nuevo, follándola otra vez, esta vez con más ganas, propinándole empujones y golpes en las nalgas, volviéndole a magrear las tetas por dentro de la camisa y babeando sobre su mejilla. Miguel no daba crédito a la escena, no sabría qué postura adoptar a partir de ese momento. Su hijo estaba enfermo y su esposa lo estaba pagando prestándose a sus perversiones.Me gusta verte follar con otros – le susurró apretujándole las mejillas y volviéndole la cara hacia él para que le mirara -. Eres una guarra… -. Ella le jadeó en la cara y él se lanzó a besarla a mordiscones, meneándose sobre el culo de su madre cada vez con más energía -. ¿Te gusta, cabrona? Toma, zorra, voy a romperte el coño…¡Ahhhh… Ahhhh…. Ahhhh ¡ -. Irene ahora chillaba como ...
... una perra malherida ante las severas clavadas que le propinaba.Puta, cómo te gusta mi polla…Aceleró violentamente y frenó en seco volviéndole a llenar el chocho de más leche, aunque esta vez Irene, muy sofocada por los intensos gritos, percibió pequeños escupitajos. Le sonrió a su hijo y alzó un poco la cabeza para besarle. Carlos respiraba con mucha dificultad.¿Estás bien? ¿Te ha gustado?Sí – contestó él asintiendo, volviéndose hacia el otro lado y quedando tumbado boca arriba, con la verga empinada e impregnada de flujos vaginales.En ese momento, Miguel se marchó envuelto en una nube de confusión y pánico. Su hijo se había convertido en un monstruo pervertido e Irene en una víctima de aquella horrible humillación.Irene se pasó todo el día en la farmacia sin noticias de su hijo. Tampoco quiso llamarlo al móvil para no agobiarle y cuando al mediodía se quedó a solas en la farmacia para comer precisó de una masturbación para aplacer el placer que le hervía en la sangre. Se estaba volviendo una ninfómana, una guarra, como a su hijo le gustaba llamarla. A veces tenía destellos de arrepentimiento, pero muy débiles, sobre todo cuando pensaba en su marido y en lo felices que eran. Pero Miguel había envejecido mucho y se había vuelto muy soso, su hijo en cambio le aportaba emoción y lujuria a los ratos de sexo. La ausencia de su hijo le provocó malhumor y las pagó con los empleados. Cuando cerró a última hora de la tarde, le telefoneó al móvil, pero no atendió la llamada. Se dio una ...