Ana y el cierre del alquiler
Fecha: 09/07/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... las nalgas de Anita y siguió frotando su clítoris con dos dedos.De repente, el cuerpo de Ana se tensó hacia atrás y supe entonces que mi esposa había alcanzado un primer orgasmo…Marcos sacó sus dedos de la concha de mi esposa y pude ver cómo le corría por sus muslos parte del jugo de su acabada. Sin decir nada Anita se sentó en la cama; nuestra cama matrimonial…Marcos se acercó a su lado, bajándose los pantalones.Mi esposa aceptó en sus labios la gruesa verga que le ofrecía el carnicero y comenzó a chupársela…Cuando ese pedazo enorme de carne estuvo bien endurecido, él la hizo reclinar hacia atrás sobre la cama y le separó las piernas. Luego se puso de cuclillas entre los invitantes muslos de Ana y le lamió la concha.Lo hizo muy lentamente, introduciendo su lengua entre los humedecidos labios vaginales de mi esposa, que gemía cada vez que la sentía adentro…Ana le suplicaba que no se detuviera, porque estaba al borde de acabar otra vez…Marcos entonces aprovechó esa calentura para su propio deleite. Se incorporó y en una sola embestida le enterró su gruesa verga a mi esposa, hasta el fondo. Ana se debatió gritando; mordiéndose los labios y aguantando esa tremenda pija que invadía su vagina ya empapada…Unos segundos después Marcos comenzó a bombearla y entonces Ana ya no pudo aguantar más: empezó a acabar gritando de placer y suplicándole que se la metiera toda entera; que no tuviera piedad; que la quería toda adentro.Sus súplicas lloriqueantes fueron suficientes para que el ...
... carnicero comenzara una furiosa embestida. Después de dos o tres estocadas terminó enterrándola entera, hasta los huevos…Cuando mi mujer sintió que estaba llena por completo, comenzó a llorar de placer pidiéndole que la cogiera todavía más duro.Luego ella se calló y durante unos cinco minutos lo único que se escuchó fue el sonido de esa tremenda pija entrando y saliendo de la delicada concha de mi esposa. Apenas unos suaves gemidos mezcla de placer y dolor por parte de Ana cuando le ensartaba hasta la raíz esa verga y el sonido chirriante de los resortes de la cama, demostrando la violencia de la cogida…Ana seguramente se sentía firmemente empalada; porque comenzó nuevamente a acabar en una sucesión interminable de orgasmos y alaridos de placer, mientras seguía suplicándole que la cogiera duro, sin piedad.Marcos entonces empezó a acelerar sus movimientos que delataban lo próximo que él estaba también de terminar. Ello aumentó la calentura de mi esposa, quien sin ningún recato le gritaba, le exigía que no dejara de cogerla así, de esa manera tan brutal y salvaje…Por fin el carnicero se enterró hasta el fondo y se quedó quieto, mientras sus caderas tenían unas extrañas contracciones, denotando que se estaba vaciando en el interior de Ana, tal como ella le había suplicado y exigido…Ella también acabó aullando como una loca, mientras sentía ese semen que ahora le llenaba por completo la concha.Marcos se salió de ella y Ana se puso de pie junto a la cama. Abrió las piernas y pude ver ...