Desafío de galaxias (capitulo 61)
Fecha: 11/07/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
Hirell la abrazaba mientras Marión, al borde del delirio le rodeaba con sus piernas. Desde que acompaño a Marisol a la inesperada campaña en Kalinao, hacia ya casi tres meses, no había podido estrecharla entre sus brazos. —Le voy a prohibir a Marisol que te lleve de correrías inesperadas, —afirmó Marión besuqueándole. —No te quejes, que el nuevo reglamento lo redactaste tú, y en él, dice claramente… —Lo voy a reformar, debía estar gilipollas cuándo lo redacte. —De todas maneras, lo de Kalinao fue algo inesperado, como tu bien dices. —Ya, pero yo he estado tres meses sin esto, —dijo cogiéndole la polla. —Y yo sin ti mi amor. La normalidad había vuelto a la actividad cotidiana de Marisol, cuándo J.J. apareció en la puerta de su despacho y golpeó con los nudillos en el quicio de la puerta. —¿Da su permiso mi señora? —¿Cuándo has llegado? —respondió Marisol levantándose de la mesa para abrazar a su amigo— estabas desaparecido. —Acuérdate que ahora soy un espía y, en ocasiones, tengo que desaparecer para llevar a cabo mis actividades secretas, misteriosas e inconfesables. —¡Qué morro tienes! A saber donde habrás estado. —Trabajando duro nena, trabajando duro. —¡Ya! —Tengo algo para ti, —dijo J. J. llamando a Marión y cerrando la puerta— no he querido transmitirlo por los canales habituales —añadió después de besar a Marión— te veo resplandeciente. —Sí, desde que Hirell está aquí, —bromeo Marisol— ¿por qué será? —No sé, pero esta igual de resplandeciente que tú. —Bueno, dime, ¿de ...
... qué se trata? —dijo Marisol cambiando apresuradamente de tema. —Tenemos la localización de una pequeña base corsaria… —¡Joder, por fin! ¿dónde están esos cabrones? —¡Calma, fiera! Ya te he dicho que es pequeña, no es la base principal, más bien parece una estación de aprovisionamiento. —Me da igual, la quiero. —Pero no quiero que te la cargues, la tenemos monitorizada, y necesitamos acceder a sus equipos para rastrear sus comunicaciones. —¡De acuerdo! Pero luego me la cargo. —¡Venga vale! —Sarita, que se prepare el Fénix y que embarque un escuadrón de fuerzas especiales. Avisa a Bertil de que vamos a su encuentro, pero no le digas de que se trata. —De acuerdo. —¿Te llevas a Hirell? —preguntó Marión. —No, tranquila, no sufras, me voy con Anahis. Unas horas después, se reunieron con Bertil y todo el operativo se puso en marcha. Con los equipos electrónicos instalados por J. J. la actividad de la base corsaria estaba constantemente controlada. La instalación estaba oculta en una luna de ambiente desértico, de un planeta gigante gaseoso, en un sistema del Sector 15, y consistía en una gran cúpula que techaba un antiguo y enorme cañón fluvial, que había sigo cubierta con rocas y tierra, para ocultarlo. Dos secciones de fuerzas especiales, aterrizaron a última hora de la tarde a diez kilómetros de la base, donde varias naves corsarias estaban siendo abastecidas. Esa mañana, una nave de aprovisionamiento había estado descargando suministros y, mientras ascendía para salir de la luna, ...