Mi amiga Leticia
Fecha: 01/10/2017,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos
... pensarlo más arranco el coche y nos dirigimos un hotel a unos pocos kilómetros de Castellón. Durante el trayecto, casi no hablamos, solo nos tocábamos y acariciábamos cuando podíamos, teniendo en cuenta que iba conduciendo. En una ocasión, metí mi mano dentro de su camisa y su sujetador acariciando sus pechos. Umm, que ricos y calientes los tenía, Sus pezones estaban duros y prominentes. Qué ganas tenía de saborearlos. Acariciaba también sus piernas cuando podía y cuando llegue a su “panocha”, tenía las bragas totalmente mojadas. Le pedí que se las quitara. - Papi, ¿aquí? - Sí, quiero sentir tu calor directamente y quiero que te acaricies tú y me mires mientras conduzco. Un poco más adelante le pedí que se pusiera de rodillas en el coche, se subiera la falta y me enseñara su culo desnudo, que aproveché para tocar, acariciar, darle un par de azotes y meter mis dedos en su vagina, con el morbo añadido que quienes nos adelantaban veían los que estaba sucediendo. Seguimos hasta el hotel, pero ya antes de llegar, mientras ella se masturbaba yo le acariciaba sus pechos y llegó a correrse, mojando el asiento. Llegamos al hotel que había elegido. Un hotel muy discreto en el que todas las habitaciones disponen de garaje privado. De este modo, el acceso a la habitación es cómodo, fácil, privado y el pago se realiza mediante máquinas. Entramos en la habitaron preciosa, con jacuzzi y terraza privada. Nada más entrar la llevé de la mano hacia el cuarto de baño y allí, mirándonos en el ...
... espejo, con su espalda en mi pecho, empecé a besar su cuello y sin más, no pudiendo reprimir la calentura que teníamos, la apoyé contra el lavabo, levanté su falta hasta la cintura y sin más, la penetré. Estaba toda mojada y mi polla entró con suavidad, pero enseguida noté como su vagina se contraía aprisionándola. Desabroche su camisa y levantando el sujetador, le fui dando duro y fuerte mientras acariciaba sus pechos. De vez en cuando le daba alguna nalgada mientras me exigía que le diera más fuerte. - Si, papi, dame duro, me gusta sentir tu polla dentro. Me haces mojarme. Que rico, sigue papi, sigue, es delicioso. Ummm, me gusta, hazme venir. Siii, que rico, delicioso. Sigo golpeando mi pubis contra su culo grande y hermoso que me hace sentir un placer exquisito, mientras veo en el espejo su cara de placer y sus pechos balancearse. Llevando una mano a su boca introduzco cuatro dedos dentro de ella obligándola a abrirla y llenándome la mano de babas se corre en un orgasmo que me pareció interminable por el tiempo que le duró. La abracé por detrás incorporándonos y esperamos a recuperar un poco el resuello. Acto seguido nos desnudamos y nos metimos en el jacuzzi con la pretensión, al menos por mi parte de relajarnos un poco, aunque yo no me había corrido aún. Nos sentamos dentro del jacuzzi. Leticia entre mis piernas y yo abrazándola sin parar de acariciarla. Tenía unas tetas y un culo del que no podía despegar mis manos. No dejaba de besarle su cuello, hombros y espalda y de ...