Mi amiga Leticia
Fecha: 01/10/2017,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos
... todo, sin dejar ni gota y luego me limpió toda la polla dejándome solo empapada de saliva. - Papi, nunca me han dado por detrás. Me ha gustado mucho sentir tu dedo dentro del culito y casi he llegado a venirme de nuevo. Quiero que me hagas el culito, pero suave, papi, quiero que me lo estrenes. Hazme tuya de nuevo. Fui al cuarto de baño, cogí un botecito de gel de baño y volví a la habitación. Ponte boca abajo, le dije. Le estiré bien las piernas y le abrí las nalgas, no sin antes acariciarlas y morderlas, porque ese culo me volvía loco de excitación. Empecé a lamerle su agujerito mientras de vez en cuando se lo acariciaba con mis dedos en forma circular. Noté como se tensaba y se le escapaban los gemidos, al principio, luego ya no los reprimió y me pedía que siguiera. Al principio solo lo hice con saliva, hasta que le eché un chorrito de gel de baño en el culo y empecé a extenderlo e introducírselo en el ano. Mientras lo hacía, con la otra mano, le acariciaba su clítoris y su panocha haciendo que moviera su culo en un baile sin fin. Poco a poco su esfínter se iba abriendo cada vez más, logrando meter hasta tres dedos que giraba de un lado a otro, relajando sus paredes que ya se notaban predispuestas a aceptar algo más. - ¿Estás preparada Leticia?, le pregunte. - Si papi, sí, quiero que me rompas el orto, dame por el culito amor, méteme tu polla, hazlo ya que este calor me quema. - Ponte a cuatro, de perrito, le dije. Así lo hizo y volví a meter mis dedos, con más gel, ...
... dentro de su culo. Era increíble, porque solo con los dedos no dejaba de jadear, dejando entrever que lo que se avecinaba iba a ser apoteósico. - Papi, méteme la verga ya, no puedo más. Dame verga, dámela. Me unté un poco de gel en mi polla y, apuntando a su esfínter, empuje metiendo poco a poco la punta. Paré para que se adaptara y empujé algo más. Volví a parar buscando que se adaptara, pero de golpe Leticia empujó su culo contra mi polla y se la metió toda. Pegó un grito que me asustó. Me retiré un poco pero agarrando mis nalgas con sus manos, me lo impidió y empezó a moverse ella misma sin parar y con una gran velocidad. Sentí como las paredes de su esfínter apretaban mi polla dándolo un rico calor. En esa posición mientras la follaba el culo, ella se acariciaba su clítoris y yo mordía su espalda y no dejaba descanso a sus tetas, de las que estaba agarrado para bombearla mejor. - Papi, papi, ¿qué me haces? Que rico mi amor, que rico me follas. Sigue, dame más duro y dame en las nalgas fuerte. Fóllate este culo. Me gustaaa. Me voy a venir papi, no aguanto más. Quiero que te vengas dentro de mi culo, quiero tu leche dentro y verla correr luego por mis piernas. - Aguanta le dije, me falta un poco. - No sé si podré me gusta mucho, mucho. Ayyy que rico. - Córrete ya si quieres, luego iré yo. De repente empieza a correrse y yo sigo bombeándola, sin que Leticia deje de gritar de gusto. Mi sorpresa es mayúscula cuando de repente grita que se corre otra vez. - Papi, otra vez, otra vez, ...