Secretos sucios de una mucama
Fecha: 15/07/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... punto que ni pedía permiso para tocarme ante el cuadro que se me presentara. Como por ejemplo, la siesta que Viviana quiso frutillas con crema, un vino blanco y preservativos en su alcoba. Ella estaba en bombacha en el medio de la cama pajeando a Diego y a Nacho, su sobrino de 18 años de bobo, uno a cada lado y los dos con sus pijas en estado bélico. ¡mirá Dieguín, tenés que comerle la conchita a Sol, olerla, besuquearla entera, jugar en el agujerito de su culo, clavarle los dientes en las tetas, acabarle por todos lados, como si fueses un perrito meando a su hembra… hacela tu putita nene!, le decía la mujer sin dejar de masturbarlo, mientras al otro le daba un descanso para que se toque solo viendo al negro que se cogía a una japonesa en la tele silenciada. ¡y vos tontito hacé lo mismo con tu hermanita, manoseala y mostrale tu pija, pajeate contra su boca y que te la chupe, que a su edad es un buen momento para empezar!, le instruía a Sergio mientras le compartía unas frutillas con la boca. Al rato los acostó bien pegaditos y les encremó los pitos para petearlos al mismo tiempo, en 4 patas sobre la cama distendida y meneando el culo con sensualidad. ¡vamos a ver quién me da la lechita primero eh, les voy a chupar bien los huevitos y el culo cochinos… y vos Marta bajame la bombacha ya! Apenas lo hice me empujó encima de la pija de Diego para que no pare de mamarlo, entretanto ella se merendaba la verga del bobo con su almeja en movimientos cortitos. ¡cogé pendejo, quiero ...
... lechita, dale pito a tu tía nene!, repetía la dama, justo cuando yo me bajaba el jogging para que Diego me clave la suya en mi cueva húmeda. Tan solo con 3 envestidas un orgasmo me hizo vibrar, y pronto las tetas de Vivi lucían maquilladas por ambos lechazos, los que me dio a probar cuando Sergio rajó al baño. Pero cuando los vio con las pijas duras otra vez se les tiró encima para seguir tan petera como antes. Yo no pude mirar más porque el jefe quería merendar urgente. Así mis días se fueron llenando de sexo, mis noches de masturbaciones intensas por todo lo que veía, y mi vida de divertidas experiencias. A Guille era habitual verlo con prostitutas muy finas, a Diego con alguna paraguayita petera o gozando de las habilidades de Sol, a Male en 4 patas con distintos atuendos sexys pero siempre con dos o tres pijas en la boca y una más seguro en su concha perfecta, a la señora relajando a sus alumnos con masajes eróticos o con sexo oral, a Pablo con algún trava o trans, y a Solange debajo de la mesa en bombacha con los pitos de sus primos como chupetines. Pasaban los meses, y yo me sentía cada vez con menos capacidades para enjuiciarlos. Hasta que, por causas de la anemia de mi padre, no nos quedó otra que internarlo. Mi madre estuvo al cuidado de una vieja amiga, y Flopy tuvo que venirse conmigo. Esa semana no hubo colegio, ni gimnasio ni tardes de plaza con amigos para ella. Obviamente, no tenía que ayudarme con nada. Los patrones aceptaron que ella se instale durante ese ...