La rubia del SPA
Fecha: 18/07/2018,
Categorías:
Anal
Confesiones
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... y apenas recobra el ritmo normal de su respiración y me da ese cumplido que es halagador para el ego de cualquier macho: Sr. Antonio, usted me ha sacado el mejor orgasmo de mi vida. –Y continuó diciendo: No hay duda, los hombres de su edad, si saben cómo hacerlo. Me gustó su halago y ella me miró como tenía todavía de erecta la verga llena de sus jugos vaginales que reacciona y me pregunta: - ¿Cómo quiere que me ponga? - Vanessa, una pregunta… - Diga. - ¿Quieres darme el culo? - Usted sabe que eso no es para eso, además con semejante paquete usted me destrozaría. - Vanessa, como en tu juego: si o no. ¿Quieres darme el culo? –se ríe y piensa. - ¡Si! No le pide que tome posición alguna, pero ella en una idea automática se pone en cuatro y me deja ese precioso y redondo culo expuesto como una perra lista para recibir mi verga. Yo no me le monto enseguida, pues no quería preguntárselo y esta chica me gusta tanto que quiero darle placer anal. No sé cuál sea su experiencia con el sexo anal, pero quiero que conmigo encuentre placer. Le abro las nalgas y le restriego mi lengua por toda esa rica rajadura. Veo que su esfínter se contrae al sentir mi lengua en una de las zonas más erógenas que los humanos tenemos. No dice nada, mas solo gime de placer. Con los segundos solo se limita a decir: Dios mío, usted Antonio, no imaginé esto tan rico y delicioso. Ya había hecho acabar a una chica rusa de nombre Marina con solo aplicarle sexo oral a su rico culo y quería descubrir si lo lograba ...
... de nuevo comiéndome solamente el culo de esta linda rubia australiana. Me dedico a placer a comerme su ojete, donde subía y bajaba de vez en cuando a través de esa rajadura de sus doradas nalgas. Mi lengua se sume lo más que puedo en su ano y ella se mueve como si mi verga le estuviera entrando. Vanessa solo gime de placer y algunas veces da unos alaridos que creo presiente la señal de un orgasmo. Ella mueve su culo como si estuviese cogiendo, y mi lengua se la muevo en círculos y con la mayor presión que pueda darle. Ella grita: Sr. Zena, me estoy corriendo. – Y se deja ir de bruces contra la cama, y yo por mi posición no logro acompañarle en su movimiento y solo logro ver como Vanessa sigue en ese movimiento frenético como si estuviera cogiendo en un vaivén de su pelvis sin control. A los minutos para y comienza a reír de una manera incontrolable y se pregunta cómo poseída: ¿Y que fue eso? – Creo que fue un orgasmo. –le contesté. Usted pensara que estoy loca, pero si eso fue un orgasmo, quiero sentir otro. -Ya habían pasado tres horas y ella mira el reloj y me dice: Nos queda poco tiempo. Vengase, cójame como usted quiera, quiero mandarlo por lo menos relajadito para su casa. Obviamente me tenía muy excitado y ella se vuelve a poner en cuatro y con su culo bien lubricado, sin muchas consideraciones en minutos le estaba dando por el culo a Vanessa, pero de solo recordar la enorme corrida de esta chica y de ver cómo le tenía el culo bien trabado, le dejo ir mi descarga que ...