1. El dominante Arturo y su esclava sumisa


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Sexo Duro Masturbación Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... la tela de algodón.Comencé a inquietarme, pensando si ese hombre podría ser un degenerado que me sometería a sus más oscuros y bajos instintos. Yo, como una buena perra calentona, había aceptado ser su esclava y obedecer a ciegas todos sus deseos.Mi teléfono repicó otra vez y entonces recibí nuevas instrucciones.Debía entrar otra vez al bar y conseguir una bebida gratis. Hasta que no lo lograra, no podría volver a salir de ese lugar…Me pareció algo fácil, pero no se lo comenté a Arturo.Volví a sentarme en la barra; pero esta vez dejando mi culo bien afuera del taburete. Levanté mi falda y sentí el frío del cuero sobre mi piel. Iba a dejarlo empapado.Dos hombres se sentaron rápidamente a cada lado. Uno de ellos me miró bien el culo redondo, mientras reprimía el deseo de tocarlo, de manosearlo… Eso me excitó un poco más todavía.El segundo hombre se comportó casi como un caballero, invitándome a su mesa a tomar algo. La orden ya estaba cumplida; así tan fácil…Por un momento me olvidé de Arturo y sus deseos de hacerme su sumisa. Me concentré en este nuevo desconocido, que pronto me dijo su nombre, Javier. Otro nombre falso, con toda seguridad…Nos sentamos en su mesa, donde había ya otros tres hombres. Sin más sillas disponibles, nadie me cedió la suya; pero Javier me hizo sentar en su regazo.Enseguida posó su mano sobre mi muslo. Su otro brazo rodeó mi cintura y esa mano descansó sobre mi breve falda. Mientras tomábamos unos tragos, podía ver el deseo en las miradas lujuriosas ...
    ... de esos cuatro tipos. Todos querían cogerme…Uno de ellos me preguntó qué estaba haciendo yo en ese lugar.Mientras pensaba una respuesta, noté que mi concha se humedecía un poco más. Javier deslizó su mano por mi muslo hasta llegar bajo la falda y pronto sus dedos traviesos descubrieron esa humedad oculta. Sonrió y me susurró al oído que era una puta.Sonreí pero no lo miré, dedicándole una sensual caída de ojos a su amigo para responderle que solo había venido a comprar puchos…Vestida como una puta? Insistió ese hombre. Le dije que sí; que me gustaba andar cómoda, aunque pareciera una puta…Me relamí los labios lentamente, sin quitarle la mirada de encima. Los dedos de Javier ya habían entrado entre mis labios vaginales y muy suavemente acariciaban mi clítoris inflamado.Sus tres amigos podían ver el movimiento de sus dedos bajo mi falda; pero disfrutaban de observar eso en silencio.De pronto dejé escapar un suspiro y luego un leve gemido. Los dedos de Javier estaban causando estragos allí abajo…Sus tres amigos sonrieron y uno de ellos levantó su copa. La acercó a mi cuerpo y derramó algo del contenido sobre mi camisola. El frío de ese líquido, combinado con mi excitación, hizo que mis pezones duros se transparentaran a través de la tela.Otro hombre estiró su mano y sus dedos acariciaron la dureza de mis pezones. Ya no pude evitar gemir y suspirar. Los dedos en mi concha ya me tenían empapada y ese delicado roce en mis tetas sensibles pronto me provocó un intenso orgasmo.Traté de ...