La reeducación de Areana (10)
Fecha: 30/07/2018,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... se habían trocado en alaridos hasta que de pronto el cuerpo de la hembra se arqueó hacia arriba, quedó allí suspendido y tenso un segundo y volvió a caer sobre la cama mientras Areana bebía hasta la última gota la abundante eyaculación. Cuando quitó el dedo del culo observó que había pequeñas manchitas marrones. Caca, evidentemente. Marta reparó en que la niña miraba su dedo y preguntó: -¿Qué pasa, bebota? ¿tenés caquita en ese dedo? -Un… un poquito, señora… -Limpiate ese dedo con la boca… -le exigió la hembra y Areana no vaciló. Se metió el dedo en la boca y lamió y sorbió mientras el sabor hacía que se debatiera entre la humillación, el asco y la calentura, una oscura pero inapelable calentura. Cuando terminó de limpiar su dedo y habían desaparecido las manchitas marrones, sintió que no daba más de la excitación y por un momento pensó en masturbarse en tanto oía la fuerte y agitada respiración de Marta. Pero pudo vencer ese impulso y prefirió esperar a ser cogida por la librera que, efectivamente, un rato más tarde y ya recuperada, le ordenó ir hasta el placar. -Abrí la puerta de la derecha, nena. –y cuando estuvo abierta le dijo: -¿Ves esa caja azul que hay en la parte de arriba? -Sí, señora… -Traémela... Areana la puso en la cama, junto a Marta. -Abrila. –le ordenó la hembra y cuando Areana lo hizo sus ojos se abrieron al límite para devorar con la mirada todos esos objetos: vibradores, dildos y plugs anales de todo tipo y dimensiones. -Te gustan, ¿eh, pendeja?... -Sí, ...
... señora, sí… Me gustan mucho… -Elegí uno para la concha y otro para que te lo meta en el culito… -le ordenó Marta. Areana miró un rato el conjunto de “chiches”, calibró algunos entre sus manos y finalmente optó por un vibrador de considerables dimensiones e imitación piel, para la concha, y un cono color naranja de diez centímetros de largo por tres de ancho en su base, para el culo. Con ambos objetos en sus manos y cuando estaba por dárselos a la librera ésta la detuvo con un gesto y le dijo: -Hay un pote de vaselina en la caja. -Sí… -Abrilo, embadurná esos juguetes y dámelos. Areana obedeció y obedeció también cuando Marta le ordenó que se pusiera en cuatro patas. -Bien, nena puta… Muy bien… -aprobó la librera y luego de aplicar un poco de vaselina en el ano de la sumisita dirigió el plug anal hacia el objetivo. Apoyó la punta en el pequeñísimo orificio y luego de presionar durante algunos segundos pudo forzar la entradita y finalmente hundir el plug por completo, entre los gemidos de dolor y luego de placer que brotaban de la boca de Areana. Una vez metido el plug anal, tomó el vibrador, abrió los labios externos de la conchita adolescente y lo puso a trabajar de arriba abajo para meterlo después de un solo envión. Areana se deshizo en un largo gemido que se tornó fuerte jadeo cuando Marta, sin dejar de mover el vibrador, se aplicó a jugar con el clítoris y muy poco después la niña alcanzó un largo y violentísimo orgasmo que la sacudió en convulsiones, gemidos y balbuceos ...