1. Un viaje para toda la vida


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... parecía disfrutarlo mucho, mientras T seguía tomando fotografías una tras otra; quise jalar sus cabellos otra vez, pero al tomar contacto con su cabeza, inexplicablemente, lo acaricie e incluso lo empuje hacia dentro de mi concha, para que la lengua larga y movediza se pegara más a mi cuerpo. Mi reacción no tardó, toda la escena de pronto apareció en mi mente, me veía allí disfrutando de esa nueva emoción con la cabeza de CH entre mis piernas, veía mi cara de gozo y los dos cuerpos desnudos de esos entrañables amigos. Sentí que desde dentro de mi ser, desde mi vientre, se abría paso una energía que hipersensilizaba mi cuerpo centímetro a centímetro, pronto estallé, esta vez con gritos más fuertes pero entrecortados, como si en vez de un solo orgasmo largo fueran varios pequeños, que se interrumpían el uno al otro, de modo que siempre el que venía después era más fuerte, eso creó una escala ascendente de gritos que me dejaron sin aliento, creí que nunca acabaría, creí que moriría ahogada, y lo dije, ¡¡¡¡me muero, me muero!!!!!; T se reía, CH me soltó apiadado de mis lamentos y convulsiones, también se río de mí el muy bastardo. Las mujeres han de saber que los orgasmos producidos por la lengua (aunque menos fuertes) dejan una secuela un poco más larga que los coitales; incluso nos dan la sensación de que el orgasmo sigue, que va desapareciendo poco a poco, hasta extinguirse por si sólo; en ese estado me encontraba yo cuando el animal de CH me metió su pinga entre las piernas; ...
    ... me enfadé, quería que me deje terminar de gozar tranquila, además, esta vez en verdad estaba agotada, hecha un trapo realmente. A este hombre no le importaban mis reclamos, su miembro se había puesto a mil con mis manifestaciones de gozo, así que quería saciarse; me dio con más fuerza que T. Aunque su pene era más pequeño, estaba durísimo y era muy, muy grueso. Yo quería que acabe ya, en verdad no aguantaba más; le suplique que ya termine, que no siguiera penetrando, nada, cada palabra mía hacía que esa daga se le hinchara más, aumentando mi dolor. En ese momento pensé que Dios me había abandonado y que tenía adentro al mismísimo demonio, haciéndome pagar por todos mis pecados. Le pedí a T que me ayude, que no me tome más fotos (él seguía), por fin grité a quien pudiera escucharme, ¡¡¡¡socorro, me violan!!!!, nada. Al fin una palabra emergió de mi boca ¡¡¡piedad, piedad CH!!!, por fin salió un chorro de leche caliente, con una fuerza tan brutal que pareció golpear mi útero; la bestía gritó de placer y por fin su instrumento de tortura se ablandó, aunque mantenía los mismos volúmenes ya no me haría daño, al menos por ahora. Poco a poco fue deshinchándose, dentro de mi, en verdad había sobrevivido, casí no podía creerlo. T se hecho en la cama, junto a CH y a mí; me explicó que ellos, como buenos amigos, habían decidido que no importaba quien triunfara en la conquista de mi culo, finalmente ambos compartirían el premio, el ganador sólo tendría derecho a cachar primero y así lo ...
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