Veronica
Fecha: 12/08/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: trikitrake, Fuente: xHamster
... soltaba; aguantaba los palmazos para seguir devorando los dedos del vago con sus orificios. Con esa imagen fue que no aguante mas, empecé a descargar de una manera increíble, eran fuertes convulsiones por cada chorro de leche que vaciaba en la garganta de mi esposa. Sus gemidos se ahogaron pero en ningún momento trato de apartarse, devoró hasta la ultima gota, solo para empezar a gemir como loca ante las violentas caricias en su culo y los bravos dedos en su concha. Estaba sufriendo un fuerte orgasmo, su cara irradiaba placer y excitación; un hilo de semen caía por la comisura de sus labios, un toque morboso que solo se comparaba con los fuertes magreos de aquel vago asqueroso. Unos instantes después, luego del éxtasis de su placer, quedo casi inconsciente; embriagada en placer.El vago, viéndola completamente a su merced, abrió el seguro de la puerta, seguramente para entrar. Cuando saco la mitad de su cuerpo por la ventana para abrir la puerta, con claras intenciones de penetrar a mi mujer, la cordura que recupere con mi orgasmo hizo que pusiera primera y acelerara a fondo. Casi le arranco la mano al mugroso ese.―¡Maldita perra te voy a encontrar y te voy a encular!―escuche que gritaba el muy desgraciado.Conduje en dirección a la casa de mi suegra. Verónica se incorporo en su asiento y guardo silencio mientras recuperaba un poco las fuerzas, yo no dije nada. Solo había silencio en el interior del auto, las calles casi vacías no daban excusas para decir nada. Estaba encerrado ...
... en las imágenes pasadas, en lo que había visto y en lo que me había imaginado con el relato de mi esposa.―El mesero termino en mi cara y el viejo dentro mío―interrumpió el silencio. Yo no dije nada―me fui a limpiar y a vestir al baño de la oficina. Cuando volví el mesero estaba sentado en el sofá y me hizo un gesto para que me sentara junto a él. El viejo estaba apoyado en el escritorio. Sumisa me senté; el mesero se sonrió y se acercó a darme un beso, yo corrí la cara, me empujó y subió mi vestido, quede apoyada de lado con el trasero descubierto frente a él. Trate de volver a sentarme pero no lo permitió, le pedí que por favor ya no mas, "las putas siempre quieren mas" dijo, me empezó a manosear las nalgas. Me apretaba fuerte, tan fuerte que me arranco un pequeño gemido de dolor, el solo rió; yo le seguía pidiendo que parara. El viejo me dijo que estuviera tranquila, que tu no habías llegado y que la prenda que habías dejado seguía siendo de ellos. Me deje hacer, sus insultos eran duros; me llamaban puta y perra, y al verme ay dejando que me tocara aquel negro apestoso, pensé que tenían razón..... El mesero dijo que quería probar mi culito, le rogué que no, que si quería se lo chupaba pero que no me lo metiera por ay; él dijo que ya me lo había metido en la boca y que ahora quería sentir mi apretado chiquitito.... Me resistí, el viejo me afirmo, y mi resistencia fue igual que antes, inutil. El mesero me aparto el corales y luego de lubricar un dedo en mi conchita, empezó a ...