1. La revancha que surgió del fuego


    Fecha: 24/08/2018, Categorías: Dominación Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos

    ... abrumado por la amargura y la necesidad. No tenía buena pinta el asunto. Me empujó de forma muy tosca contra la cama y levantó el vestido que portaba durante toda la mañana. �¡Uff, menudo coñito, tío�, le confesaba a Rafa, que estaba en silencio sentado en la esquina de la cama con una expresión acorde a las circunstancias. Ahora yo tenía claro que mi �aliado� no estaba dispuesto a enfrentarse a Kevin por mí, así que tuve que asumir el papel de defensora de mis propios intereses e imponer mi genio desbocado para evitar que un puto pirado me violara impunemente. Mientras el gitano no cesaba en su intención de exponer mis genitales para su regocijo, yo pataleaba y abofeteaba su cuerpo musculoso e iba propinando todo tipo de golpes aleatorios, sin destino concreto. Solo quería salir de ahí abriéndome paso de la forma más salvaje. Pero ese tío era demasiado fuerte, y su hambre, voraz. Me agarró por las muñecas aprisionando mis piernas con las suyas y se acercó a mi oído: �No te resistas, preciosa, estás demasiado buena para dejarte ir, y no sabes cuánto tiempo llevo sin echar un buen polvo�, me arrulló con el sosiego de un psicópata muy seguro de sí mismo. Estaba cagada de miedo y empecé a asumir que la única forma de salir de ahí sería dejándome violar por ese cabrón. Tras el susurro de su frase amenazadora notó la relajación de mis extremidades castigadas y empezó a saborear mi relajación y, en consecuencia, el néctar de la victoria. �No te muevas�, me ordenó. Se quitó de un ...
    ... tirón los pantalones y mostró el bulto bajo sus calzoncillos de mercadillo. Se sacó una tranca importante por el agujero frontal y comenzó a tocársela lentamente mientras me repasaba con la mirada de arriba a abajo. Yo solo podía echar la mirada a un lado para evitar ser su espectadora, pero él me conminaba a examinar su propia paja. �Súbete ese vestido y levanta las piernas�, me exigió esta vez con voz de mando. Decidí obedecer desvalida con la esperanza de que se limitara a descargar sobre mí y cayera exhausto y vacío. Alargando la mano que tenía libre la usó para juguetear con sus dedos en mi raja reseca y temerosa. Siendo consciente de ese laconismo empapó esos mismos dedos con su saliva y volvió a probar su intento de penetrarme con ellos. Ante mi absoluta indiferencia física y total rechazo psicológico consiguió adentrar su extensión más alargada dentro de mí. Entonces su polla parecía tomar más volumen entre la mano, acelerando sus propias caricias sobre el glande, a medida que, por una simple cuestión orgánica, mi chocho empezaba a dar muestras de excitación, delatando cada vez más flujo en su extremidad digital. �Estás empezando a ponerte muy cachonda, pedazo de guarrita�, soltó el hijoputa. Le saqué de un golpe el dedo de mi interior e intenté aventurarme por sorpresa para salir por patas del lugar, pero él ya se esperaba esa intención y, con grandes reflejos, me volvió a inmovilizar con su propio cuerpo, como antes, espetando con gestos de reproche mi tentativa. ...
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