La revancha que surgió del fuego
Fecha: 24/08/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos
... recorrido lento y minucioso de toda la zona genital hasta culminar en mi botón rígido y descapuchado. El mancebo disfrutaba como un enano ese caramelo de centollo que le regalaba, repetía esa misma operación, de forma idéntica, una y otra vez, originando en mis entrañas un hervor difícil de controlar. Al principio procuré no ofrecerle el honor de mis expresiones pero, poco a poco, eso era imposible. Ahora mismo, cada viaje de su extensión bucal a través de mi imperfecta orografía genital recibía a cambio un gemido de placer y un ceño fruncido que animaba a Rafa a continuar sin complejos. Clandestinamente fijaba su mirada en mi semblante para regocijarse en su trabajo. E, irremediablemente, entre sus arrebaños y la estimulación directa de mi botón, muy pronto se originó una pequeña fuente orgásmica que rápidamente Rafa se preocupó de abarcar con la boca al son de mis contracciones y suspiros ahogados. �¡Diosss!�, no pude evitar manifestar mi éxtasis. �¡Qué rica estás niña!� balbuceaba mientras terminaba de sorberme. Rafa se levantó rápidamente y me ofreció otra vez su verga lista para proporcionar deleite. Qué feo y poco agraciado era el pobre, pero qué coño, esto era una misión contra un plan perverso, así que me levanté, le empujé sobre la cama, boca arriba, levanté mi vestido y me senté sobre él apoyando mis rodillas a cada uno de sus lados manteniendo una encajada del rabo perpendicular a su posición. Había pensado en ponerle un condón, pero este tío solo se alimentaba de ...
... pajas, y una ETS sería muy poco probable, así que comencé a saltar sobre su estaca mientras él abarcaba con ambas manos mis dos tetas todavía pendientes de su habitual dureza en estado de excitación. A pesar del desagrado en el ambiente y de su sabor agrio y vomitivo, Rafa me había puesto bastante caliente. Intenté moverme de forma lenta, acompasada y armoniosa. Mi intención era que durara más de 20 segundos y me proporcionara algo de placer con sus genitales. Pero, sobre todo, se trataba de conseguir que las fantasías de Rafa se acabaran cumpliendo hoy mismo, consiguiendo así aguarle la fiesta a mi compañera de piso y a su ridículo plan vengativo. Mi cabalgada pasó del paso al trote y al galope durante los siguientes minutos. De vez en cuando paraba y movía mi pompis en círculos para proporcionar descanso para él y varias sensaciones internas para mí. En un momento dado, sin moverme de mi asiento, recoloqué mis pies sobre la cama para apoyarme con las manos hacia atrás, sobre sus muslos, cambiando el ángulo de la montada. �¡Joder Eva! Qué buena que estás, tía�, se sinceró el bastardo. El vestido que yo portaba impedía su visión subjetiva de la clavada y, de vez en cuando, él levantaba la parte delantera del mismo para ser testigo directo de su logro. Remiraba en silencio aquello que normalmente solía consultar en sus vídeos, para después perder la mirada en blanco hacia el infinito con el aspecto de no poder alargarse mucho más. Reconozco que su figura repulsiva y su olor a ...