1. Mi nueva vecina Milf, ayudando en la mudanza


    Fecha: 25/08/2018, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos

    ... quitado hace rato- Me dijo ella. Al fin me pude sacar la remera, más que aliviado estaba, de verdad no soportaba más tenerla puesta. Terminé de configurar el tv rápido, ya que es igual al mío. Le di el control remoto y ella contenta empezó a recorrer los canales, dejando en uno de noticias. -¡Ya tengo tele, colchón y ventilador!-. - ¡Algo es algo! - Exclamó feliz. -¡Suficiente por hoy!-. -¡Ya son las 10 de la noche!- Me dijo. En verdad, la hora se había pasado como loco. Ambos estábamos cansados y se nos notaba en la cara. Ana fue hasta la planta alta nuevamente, mientras yo tomaba agua y miraba el programa que estaba pasando, mientras intentaba que el ventilador me soplara. Cuando bajó, ella tenía una toalla en la mano, se acercó a mí. -Permiso- Me dijo. Abriendo la toalla. Comenzó a secarme el sudor. Mi cabello, en la cara, en cuello y bajo por mis pectorales y abdomen. Lo hacía de manera lenta, como cuidándome. Mientras hablábamos de cualquier cosa. Me quedé quieto mientras lo hacía, no iba a hacer nada que arruinara el momento. No niego que contuve las ganas de lanzarme como un león. Pero sabía que corría más posibilidad de que me rechazara. Y terminar con un conflicto para siempre con mi vecina sexy. No me convenía arruinarlo. -Menos mal que mañana es sábado-. – Por lo que veo, ambos necesitamos descansar-. Dijo. -¡Menos mal!-. – ¡Quería tomar unas cervezas antes de dormir, pero no creo que llegue a hacerlo!- Le dije. Sonriendo. -¡Que rico!- ¡Y que lastima!- ¡Te ...
    ... arruiné los planes!- ¡Qué raro yo!- Dijo. En tono de chiste. -¡No importa!-. -¡Por lo menos ya tenés televisión y cocina!- Le dije riendo y acercándome ya a la puerta para irme. -¡Espera!-. ¿Cuánto te debo precioso?-. ¿Cuánto querés?- Me dijo. -¡No es nada, no te voy a cobrar, sería muy malo si lo hiciera!- Le dije. De verdad, no se me cruzó jamás cobrarle nada, era un favor que le hacía, y había sido mejor de lo que esperaba. Había logrado un trato hombre- mujer. No quería que me viera de otra manera. Puesto que si lo hacía, no tendría ni la más mínima posibilidad de tener algo con ella. Me volvió a insistir en pagarme un par de veces y las rechacé todas. -¡Ya sé!-. -¡Dame tu número (de celular), y mañana te invito a tomar unas cervezas a la noche!-. – ¡Eso si no me podes rechazar!- Me dijo Ana. Le dije que sí. No me lo esperaba. Me sorprendió mucho. Y con ello, mis fantasías comenzaron a volar. Le di mi número. Al despedirnos ella me abrazo y volvió a agradecerme unas cuantas veces por la ayuda. Y fui a casa. Me duché. Esa noche no podía dejar de pensar en Ana, estaba caliente como una pava, todo lo que había aguantado ayudándola me subió por las venas. El pensar que ella estaba al lado de mi casa, que podía estar desnudita durmiendo, o mirando la tv. Sola. Esa noche me habré masturbado unas 3 veces antes de dormirme profundamente. Al otro día desperté tarde, tipo 11 de la mañana, no había escuchado el despertador, salí de mi habitación y mi madre me dijo que Ana había estado en ...
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