Mi vecina Mari. 3.Viernes noche en su casa
Fecha: 31/08/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Fetichismo
Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos
... ahora falta el toque final, pero tu coño ya se ve precioso. -Ja ja ja, no creo. Con el pedazo chocho que yo tengo y sin un pelo, como el de una muñeca. Yo no soy una chiquilla de veinte o treinta años nene. -Claro que no lo eres, tú tienes mucho más sabor jeje. Sumergí mi mano en el barreño de agua tibia y lleve mi mano mojada a su coño humedeciendo su piel por completo. Luego deposite algo de gel de ducha en la palma de mi mano para luego comenzar a restregarlo en el sexo de Mari. -Umm, eso se siente muy bien Javi. -Solo disfruta, te voy a dejar el coño tan suave como no lo has tenido nunca. Mi mano se deslizaba por su sexo creando una fina capa de lubricante resultante de la mezcla del agua con el gel de ducha. Mis dedos se movían por su raja, cuyos labios estaban cada vez más hinchados al igual que su clítoris que asomaba voluminoso entre estos. Disfruté masajeando su chocho, que se encontraba ahora tan húmedo por fuera como por dentro, y deje que mi dedo corazón se escurriese varias veces entre sus labios vaginales llegando al interior de su sexo mientras Mari dejaba escapar multitud de pequeños gemidos de sus labios. Una vez me pareció que el chochazo de Mari estaba suficientemente lubricado me hice con la maquinilla de afeitar que también había traído de casa y tras sumergirla unos segundos en el agua comencé a deslizarla por su conejo dejándolo infinitamente suave tras cada pasada. Conseguir eliminar todos y cada uno de los vellos no fue tarea tan sencilla como ...
... pudiera parecer. Tuve que ayudarme de mi mano izquierda para conseguir crear un camino por el que la cuchilla pudiese pasar sin riesgo a la vez que dejando el resultado deseado y en este ejercicio mis dedos exploraron cada uno de los rincones y recovecos del resbaladizo coño que Mari, completamente abierta de piernas, me ofrecía. -Bueno, creo que esto ya está. Déjame aclarártelo un poco. -¿Ya? Qué lástima, con lo que me estaba gustando. Sumergí mis manos en el barreño y cogiendo algo de agua entre ellas la deje caer sobre su coño, restregué un poco para enjuagarlo bien y con la otra toalla lo seque bien eliminado todo resto de vello y jabón. Por ultimo pedí a Mari que volviese a levantar su trasero y haciendo un ovillo con las toallas las retire llevándome con ellas todo el vello eliminado. -¡Listo! Puedes destaparte los ojos. Mari se quitó su camisón de la cara clavándose de codos levanto ligeramente su cabeza para mirar hacia adelante. -Ja ja ja, que cosa más mona, parece el chocho una muñeca. -Ha quedado la mar de suave.- Le contesté sonriendo. Llevo una de sus manos hasta si coño y las deslizo sintiendo una nueva suavidad hasta entonces desconocida por ella. -Uy que gusto, es verdad. Entonces Mari abrió sus piernas tanto como pudo y con los dedos de su mano separo los labios de su coño mostrando un interior sonrojado y muy mojado, me miró con auténtica de vició y pregunto: -¿Entonces ahora sí? ¿Ahora sí puedes comerme el coño de una vez mi rey? No la hice esperar y me lance a ...