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TODO QUEDO EN FAMILIA
Fecha: 02/09/2018, Categorías: Incesto Autor: rafles69, Fuente: SexoSinTabues
... manipularme. ¿Y si le enseñaba mi palo erecto a Luisa? , ¿Cómo reaccionaría? -Luisa, Luisaaaa; veeeeen - grité -¿Qué quieres Robert?- respondió -Ven, te quiero enseñar algo- Pasó un rato que se me hizo eterno y entonces escuché sus pisadas subiendo la escalera. Yo la esperaba en medio de la habitación prácticamente desnudo y cuando ella apareció cual si fuera un enfermo exhibicionista deje caer la toalla. Mi verga se hizo aun más grande de la emoción. Luisa echó un gritito y se tapó la cara aunque pude darme cuenta de que sus palmas no estaban bien cerradas y entre los dedos echaba una mirada. No creo que ella haya visto alguna vez un hombre desnudo aunque bien pudiera estar equivocado. – Acércate – le dije mientras me encaminaba hacia ella. Tomé su blanca mano que al principio se resistió y la coloqué sobre mi pene. Ella quiso retirarla pero entonces la calle con un beso. Mi enorme boca se tragó sus labios y comencé a besarla suavemente, luego un poco más fuerte tomándola de la nuca. Sentí padrísimo cuando su mano se cerró sobre mi miembro. Le besé los ojos, la frente y las orejas. Un ligero gemido escapó de sus labios. - ¿Quieres que te coja? Mamacita; - noooooo; digo, siiiii- me respondió con un hilito de voz. Le acaricié la espalda y le levanté la blusa calentando mis manos en su piel. Desabroché su brasier y con mis manos cubrí sus tetas. Estaban bañadas de talco, olían muy rico. Comencé a jugar con sus pezones miniatura y le quité totalmente la blusa hasta que ...
... quedaron al aire libre. Sus senos eran perfectos. Me lancé sobre ellos como si fuera a una batalla. Jugué con la idea de que mi lengua sería la primera que recorrería sus caminos. Le chupé sus pequeñas chiches mientras ella jugueteaba inexpertamente con mi reata mojada ya de líquido pre seminal. Volví a besarla y aproveché para lamer su cuello sin dejar un centímetro sin humedecer. Ahora si gemía sin menoscabo mi cuñada. Poco a poco mis manos recorrieron su espalda hasta meterse entre sus pequeñas nalgas bajo su pantalón No opuso resistencia así que abrí sus nalgas y jugué un ratito con ellas. Sin avisar metí mis dedos en su entrepierna y me di cuenta de que estaba igual de mojada que yo. Con dificultad busqué su clítoris y lo acaricié. La levanté en vilo y la acosté bocarriba en la cama, - nooooo, gritaba, ¿y si llega Lore? ¿Qué vamos a hacer? – Con maestría le quité el pantalón con todo y calzoncillos. Le saqué sus zapatitos de tacón y sus calcetas y me metí su pie derecho en la boca. Le lamí todos los dedos y me detuve en los dedos gordos para chuparlos como si yo mismo me hiciera una felación. Luisa tenía los ojos cerrados por tanto placer. Acaricié las plantas de sus pies y mordisqueé sus pantorrillas delgaditas. La puse de espalda y pude entonces admirar su pequeño cuerpo perfecto. Ni un solo gramo de grasa tenía en su juvenil silueta. Masajee su espalda y con un poco de brusquedad la tomé por los brazos cruzándolos detrás de la espalda tal como hacen los policías con los ...