1. En la Playa


    Fecha: 07/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tenía yo como unos 21 años cuando viaje a la isla de Providencia a certificarme como buzo autónomo. Por esos días el deporte demandaba mis mayores intereses por lo que había desarrollado un buen físico. El curso de buceo había sido una experiencia interesante, todos los participantes éramos muy amigos y muy buenos buzos. Entre esos buzos estaba Mauricio. El y yo habíamos tenido la misma novia al mismo tiempo, pero no existía ningún rencor ni sentimiento negativo entre nosotros. Finalmente la muchacha se quedó conmigo, él siguió con su esposa y todo quedó en aparente orden. Su esposa se llamaba Maricarmen o María del Carmen, nunca lo supe con exactitud, pero le decíamos simplemente Mary. Era una mujer muy hermosa, sus nalgas eran perfectamente redondas, sus senos eran pequeños y bien formados, tenía una mirada picara, era muy blanca pero tenía la voluptuosidad de las negras y la picardía de las indias. Era una mujer muy recorrida y descomplicada. Ella no era muy amiga mía, pero a raíz de que su esposo era novio de mi novia, nos hicimos amigos. Ella y yo éramos los mejores buzos del grupo y trabajábamos juntos en las clases. Mauricio era el peor buzo del grupo y siempre estaba con el instructor salvándose de ahogarse. Las clases pasaron y terminamos teniendo una muy buena relación de buzos. Debajo del agua la comunicación es con gestos y cada gesto era entendido por el otro, cada movimiento era conocido sin necesidad de estar alerta, hablábamos con la mirada y sin embargo cada ...
    ... uno estaba en su mundo subacuático. No puedo negar que la admiraba y me comenzó a gustar. Le miraba sus nalgas con un poco de timidez al principio y con lujuria a medida que los días pasaban. Ella no se incomodaba en lo mas mínimo y su picardía era cada vez más sutil. Pero finalizada la clase ella continuaba su rumbo con su esposo y yo seguía mi solitaria ruta. Nunca se volvió a tocar el tema de las antiguas relaciones infieles, aunque en el fondo ella y yo conservábamos algo de rencor por el comportamiento de nuestras parejas. Partimos hacia Providencia. Mauricio y su esposa tomaron el viaje como una reconciliación y una segunda luna de miel. Para mí el viaje era la primera experiencia en el mar como buzo autónomo (con tanque). Mi mayor deseo era conocer el transparente mar de Providencia, sus arrecifes de coral, su naturaleza. Partí desprevenido de todo sentimiento negativo y con el propósito de disfrutar la vida y la juventud en el mar. Y fue en el mar. Llegamos a Providencia a medio día y Ricardo, el instructor, separó los grupos. En buceo todo se hace por parejas. Lógicamente Mauricio y Mary eran pareja, había otras parejas de novios que también bucearon juntos. Yo como estaba solo, me hice con un señor muy agradable. Las habitaciones también debían compartirse, las parejas se hicieron en habitaciones dobles y los que no estabamos emparejados en una habitación aparte. El mismo día por la tarde entramos al mar por primera vez. Mauricio casi se ahoga y tuvo que subir a la ...
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