Anita prefiere una verga negra
Fecha: 27/09/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Anita prefiere una verga negraUnos días después de esa tremenda enfiestada en casa del mecánico, Anita me dijo que necesitaba más…Ya no le alcanzaba tener sexo conmigo, aunque lo hiciéramos de manera brutal y salvaje. Sentía que se había convertido en una ninfómana muy exigente, que necesitaba coger todos los días y, en lo posible, con más de un hombre.Para empezar, me dijo que quería tener a mano ese hombre negro gigantesco que le había dejado la concha en llamas durante la enfiestada en la casa del mecánico.“Ese negro bruto me cogió como nunca, quiero tenerlo otra vez dentro de mi concha”.Un viernes por la noche llamó a Ricardo y le explicó la situación. Mi amigo dijo que contactaría a su amigo jamaiquino, pero con la condición de que también él participaría de ese trío, donde naturalmente, disfrutaría del culo de Anita.Ella aceptó sin discutir, volvió a recordarle que su redondo y suave culo le pertenecía solamente a él y que ni siquiera yo tenía derecho a tocárselo, lo cual era mentira, porque dentro de su desesperación por coger, mi mujer en los últimos días me lo entregaba gustosa cada vez que nos encamábamos…El mecánico me llamó más tarde, diciendo que había arreglado el encuentro en nuestra casa, para el día siguiente, sábado por la noche. Por supuesto, aclaró que yo debía estar presente para ver cómo unos verdaderos machos disfrutaban del cuerpo de mi mujer y la hacían gozar como solamente ellos sabían hacerlo.Colgué el teléfono y me encontré a mi dulce mujercita de ...
... rodillas frente a mí.“Voy a darte un premio por ser tan comprensivo conmigo, mi amor”, dijo ronroneando, mientras abría el cierre de mi bragueta. Mi verga saltó hacia adelante y ella la tomó entre sus suaves labios, dándome una chupada magnífica. En menos de tres minutos su maravillosa lengua me hizo acabar, derramándome dentro de su dulce boca.Se levantó para ir al baño, pidiéndome que la esperara en la cama. Cuando entró a la habitación casi me muero: llevaba sobre su cuerpo solamente una especie de malla negra de apenas cuatro delgados trozos de tela transparente, que naturalmente se perdían dentro de las hendiduras de sus tremendas curvas.“Esta tanga era para usarla con Ricardo, pero hoy la voy a estrenar con vos, amor”.Por supuesto mi verga se puso otra vez rígida de solamente ver ese cuerpo esplendoroso y curvilíneo. Anita subió a la cama y directamente montó sobre mi pija que apuntaba bien recta hacia la entrada de su delicada concha. Cabalgó sobre mi cuerpo hasta tener su primer orgasmo. Luego se colocó a cuatro patas y me pidió que la cogiera bien duro como se merecía, que la tratara como a una perra.Nunca la había sentido tan caliente a mi mujercita. Estaba excitadísima. Tuvo por lo menos tres orgasmos más mientras yo la bombeaba desde atrás; el último fue tan excitante que aceleró mi propio placer y me hizo explotar en una acabada tremenda.Anita me tiró boca arriba y se abalanzó sobre mi verga, pasándole su sedosa lengua hasta dejarla completamente limpia… y otra ...