Anita prefiere una verga negra
Fecha: 27/09/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... vez durísima, naturalmente.Cuando notó mi erección lloriqueó: “Basta por ahora, amor, me mataste cogiendo”.Se encerró en el baño a ducharse, mientras yo me quedé en la cama haciéndome una buena paja para calmar mi calentura. Por supuesto los gemidos de mi esposa bajo la ducha se podían oír en toda la casa; no quería más pija pero se metía un par de dedos debajo de la lluvia y alcanzaba su último orgasmo del día.Esa noche nos quedamos en la cama abrazados. Ella dijo que lamentaba tener que coger con otros tipos, pero la calentura podía más que ella y hacerlo solamente conmigo ya no la dejaba satisfecha, aunque gozaba como una perra con mi verga.Me juró que me amaba, pero necesitaba calmar su calentura de esa otra manera.Finalmente llegó el sábado por la noche.Anita había elegido un vestido negro corto, acompañado por medias transparentes negras y unos tacones infernales. Por supuesto, no pensaba perder el tiempo en que nadie tuviera que arrancarle una tanga para llevársela como recuerdo, así que prescindió de ella. Me preguntó si yo estaba de acuerdo con su atuendo. Le respondí que parecía una perfecta puta callejera, pero no se ofendió.“Ahora vas a ver cómo Ricardo le rompe el culo a una perfecta puta callejera, como se lo merece, por puta” dijo socarronamente, mientras se levantaba un poco el vestido y se acariciaba el clítoris con un par de dedos humedecidos con saliva.“Y ese negro con esa verga enorme?, también te va a dar por el culo?”, le pregunté.“Ni loca me dejo ...
... meter eso en mi cola…”. “Además ya escuchaste a Ricardo; a ese negro le gusta romper culos de hombres… como el tuyo por ejemplo…”“Mi concha ya está lista para aguantarse esa verga gigantesca del negro”.“Bueno, pero tu culo va a estar ya dilatado y lubricado cuando llegue Ricardo”, le dije bien agresivo, mientras me acercaba a ella y la apretaba entre mis brazos.Ella se debatió insultándome, notó mi intención de romperle el culo ahí mismo, pero nada pudo hacer para evitarlo. La llevé en el aire hasta nuestra cama, la tiré boca abajo y la aplasté con el peso de mi cuerpo.El breve vestido apenas le tapaba la cola, así que mi verga ya bien erecta no tuvo mucha dificultad para abrir la entrada de ese ano tan estrecho en una sola embestida. Anita dejó escapar un agudo grito de dolor y entre insultos, dijo que la estaba desgarrando y que por favor me detuviera. Pero sus ruegos fueron inútiles, la bombeé hasta sentir que mi semen se derramaba en el fondo de su apetecible trasero.Luego la dejé tirada en la cama llorando, le dije que ya tenía la cola bien abierta para que no le doliera la cogida de mi amigo y me senté a esperar por sus invitados.Puntualmente llegó el mecánico con su gigantesco amigo negro. El idiota me dedicó su eterna estúpida sonrisa y preguntó ansiosa por mi mujercita. “Ya está lista mi putita? Hoy te la voy a dejar con el culo más roto que nunca, mi amigo”. Sonrió.Le respondí simplemente que yo ya había usado y abusado de la cola de mi esposa a mi antojo y que su ...