Soy la puta de mi ahijado
Fecha: 02/10/2018,
Categorías:
Incesto
Hetero
Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos
... pero se marcaba bien la raja de mi coño y por mis ingles aparecían gran cantidad de pelos. No me puse sujetador, quería que al andar cuando llegará al salón él viera como se me movían mis pechos, con la idea de jugar con él y calentarle aún más de lo que seguramente ya estuviera. Me coloqué encima mi batita corta de estar por casa, pero al hacerlo me la puse a medio abrochar, solamente atándome el cinturón a mi cintura y dejando abierto un gran escote por el que se me podía apreciar perfectamente el 80 % de mis pechos, que solamente se tapaban sus aureolas y pezones, pero que con cualquier pequeño movimiento se me podrían quedar al aire. Por la parte de abajo, procuré colocarme la batita de tal forma que al andar se me abriera enseñándole mis bragas. Me miré de nuevo al espejo para verme de esta guisa y al comprobar que la batita estaba colocada como yo quería, cogí e hice una serie de movimiento para confirmar lo que había pensado, al ver que era todo correcto, cogí y me dirigí de nuevo al salón donde me esperaba Raúl. Cuando entré estaba en el sofá sentado haciendo los ejercicios y le dije, para que supiera que estaba allí: “Ya estoy de nuevo aquí, ¿has acabado los ejercicios o te has encontrado alguna dificultad y por eso aún continuas con ellos?” Él al oír mi voz miró hacía la entrada y al verme con la batita puesta y prácticamente mostrándole gran parte de mi cuerpo, no pudo reprimir su expresión y se le escapo decir: “Joder como estas Maribel” Al darse cuenta que se ...
... le había escapado su comentario y pensamiento en alto, enseguida se excusó diciendo: “Perdona madrina, es que al verte así de guapa no he podido reprimir y me ha salido del alma esta expresión, pero la verdad es que estas muy guapa y atractiva. Como sabes las mujeres maduras como tú, mi madre y las de su edad, son las mujeres que realmente me gustan y me atraen, pues las chicas más jóvenes y de mi edad, me gustan pero no tanto como ustedes las maduras. No sé porque será, quizás por el morbo de lo prohibido al ser mujeres mayores y la mayoría casadas y también porque con las maduras que he estado me han aportado y enseñado bastante sobre el sexo con su experiencia, cosa que las chicas más jóvenes no tienen ni pueden aportarme.” Yo me quedé un poco sorprendida de la confianza y sinceridad con que Raúl me hablaba de estos temas, siempre pensé que le daría un poco de corte hablar de ellos con la mejor amiga de su madre y que encima era su madrina, pero parecía que no. Entonces, haciendo como que no daba importancia a su palabra y sus cumplidos (aunque la verdad si me habían hecho subir mi ego y sin darme a penas cuenta encender mi excitación), le dije: “Vamos a ver qué es lo que no entiende de los ejercicios, y lo hacemos: Si me habías dicho que habías entendido todo. ¿No será que estés pensando en otras cosas en vez de en lo que tienes que hacer”. Yo mientras decía esto me senté a su lado, y de verdad, sin darme cuenta apoye mi pecho derecho sobre su brazo haciendo que desde su ...