Soy la puta de mi ahijado
Fecha: 02/10/2018,
Categorías:
Incesto
Hetero
Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos
... posición quedará prácticamente mi pecho desnudo a su vista, pues aunque mis aureolas y pezones quedaban cubiertos por la tela de la batita, él desde su posición podía ver perfectamente mis aureolas y pezones aun manteniéndose dentro de mi bata. Entonces me contesto mirándome descaradamente a mis pechos: “Probablemente sea eso Maribel, pero es que tú me…” No dejándole acabar y dándome cuenta de la situación, pensé: (“Estoy llevando este juego demasiado lejos, y el chaval no se merece esto, le estoy excitando demasiado y a lo mejor no es bueno, yo solo he querido excitarlo un poquito para ver si realmente le gusto y le atraigo y con ello calmar mi ego y él puede que piense que me estoy insinuando y si se lanza no sé qué pueda pasar, pues la verdad es que estoy muy caliente y excitada con todo lo que está pasando “). Entonces me separé de su brazo y cogiendo las solapas de la batita me la cerré lo que pude por la parte de mi pecho, pero no hice lo mismo con la zona en la que se me veían las bragas, las cuales al cerrar mi escote él dirigió su vista hacía mi entrepierna pudiendo apreciar mis bragas metidas (dado que me quedaban pequeña) por mi raja y por los laterales de la misma saliendo bastantes pelos de la pelambrera que cubre la parte de mi sexo, Entonces le dije: “Mira esto es relativo a la segunda cuestión que te explique y…” Cuando iba a continuar con mi explicación, sentí como él llevaba su mano derecha a mis muslos y comenzaba a acariciarlos hasta llegar a mi ...
... entrepierna y colocarla encima de mi coño, sobándolo y acariciando mi almeja por encima de la tela de mis bragas. Entonces, le cogí la mano y apartándose le dije: “Raúl, eres un sinvergüenza, no te da vergüenza hacer esto. Quédate quieto y apártate un poco, voy acabar de explicarte el ejercicio y te marchas hacerlo a casa, pues como sabes tengo que irme al ginecólogo que le tengo a las 5,45 son ya las 5 y si me retraso más voy a llegar tarde. Y de esto no te preocupes ya lo he olvidado y no diré nada a tu madre, si me prometes que no volverá a ocurrir”. “Él mirándome con la cabeza hacia abajo, como arrepentido me dice: “No Maribel, no volverá a ocurrir, pero no quiero que te enfades, quiero seguir viniendo a verte, déjame seguir viniendo, te prometo que no volverá a pasar nada que tú no quieras que pase, madrina, pero por favor deja que vuelva a que me ayudes en mis clases”. Yo acercándome a su cara se la cojo con mis manos y le doy un beso en las mejillas y le digo: “Estas perdonado y no estoy enfadada contigo, puedes venir cuando quieras a visitarme, como me iba yo a enfadar con mi querido ahijado. Pero tienes que comportarte mejor, ¿verdad que lo harás?” “Si gracias, Maribel, de ahora en adelante te voy a visitar todas las veces que pueda y si puedo voy a procurar que sea todos los días”. Raúl que estuvo dos días sin volver por casa, yo pensé que se habría avergonzado de lo sucedido y por eso no iría, y que lo que había pasado había sido una cosa pasajera y que era mejor que ...