1. Mis machos del campo


    Fecha: 04/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: chabelita, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras él me arrancaba la remerita y lamia mis pezones, busque su pija desesperadamente con mi mano logre sacarla del pantalón y sin soltarla corrí mi malla y la puse en mi concha, sentí ese pedazo de carne duro y caliente que entraba en mí y casi me desmayo de placer, él se movía sin parar suave pero profundamente, yo gozaba y gemía como loca, pero tratando de conservar mi dignidad le decía que pare, que yo era una mujer casada, que estaba mal lo que me estaba haciendo. Tuve dos orgasmos y el seguía y seguía, en un momento al mirar hacia la orilla a menos de 10 metros vi a los mellizos desnudos pajeandose, no les saque la vista de encima en ningún momento, ni siquiera cuando acababa, por un momento pensé que había sido una puta reprimida durante tantos años que había llegado el momento de dejar de lado los prejuicios, mientras tanto jadeaba, gemía y gritaba, vi como los mellizos se arrimaban y atraje a uno de ellos hacia mí y lo bese a lengüetazos con mi mano lleve al otro detrás mío y allí me sentí la más puta de las putas, un macho cogiéndome y otro atrás mío lamiendo mi espalda y mi nuca tocándome las tetas y apoyando su pija dura y vigorosa en mi culo, no podía contener mis gritos y sentía como mi culo se iba abriendo por el roce de ese pedazo de carne dura y caliente, lleve la mano a mi espalda buscando la pija del melli y coloque la cabeza en el agujero virgen de mi culo. El mellizo empujo y sentí una sensación indescriptible de placer y dolor. Nunca había siquiera ...
    ... imaginado tener dos pijas dentro mío. El otro melli pegado a mi costado refregaba su pija contra mi muslo levantado alrededor de la cintura de Ricardo. Perdí la cuanta de cuantas veces acabé, solo sé que eso duro al menos media hora, hasta que sentí la leche tibia de esas pijas de machos jóvenes dentro mío. Me sentí agotada me desprendí de Ricardo y fui lentamente hasta la orilla me saque la bombachita y los pedazos que quedaban de la remera, me quede tirada desnuda en la orilla al rayo del sol, ellos se arrimaron y allí quedamos los cuatro en silencio, pasaron algunos minutos y puse en juego mis mejores dotes de actriz, preguntándoles si les parecía bien aprovecharse de una mujer indefensa y sola, Ricardo respondió sonriente que sí, y con cara picara preguntó y a usted que le pareció? No pude más que largarme a reír diciéndoles que me había gustado mucho, también le dije que sabía que no tenían experiencia en el sexo, que les enseñaría todo lo que pudiera y que podrían hacer conmigo lo que quieran, que sería la hembra y la puta de los tres, pero que esto debía ser un secreto absoluto y que deberían manejarse con toda discreción delante de mi marido y de don Carlos o de quien sea, si cumplían con esto tendrían la carne siempre disponible. Mientras hablaba me estaba calentando de nuevo y recordé que el melli Juan no me había cogido, me incorpore un poquito y empecé a chuparle su pija virgen, era hermosa tan dura y suave, observe por el rabillo del ojo que Ricardo y Luis miraban ...