1. La madre de mi amiga me azotó su padre me penetró


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos

    ... y pellizcó uno de mis pezones y lo mantuvo pellizcado unos minutos mientras estudiábamos, ¡y yo la deje hacérmelo!, porque no me podía mover, me estaba empezando a gustar que hiciera conmigo lo que quisiera, me sentía como entregada… solo me dijo: — Pelirroja, te gusta que te toque, ¿verdad?, cada día te veo más excitada, ¡pero como puedes ser tan guapa!, que labios tienes más hinchados, unnn que ricura de chica —me halagaba hasta la extenuación y yo, que no tengo abuela… me dejaba querer y me dejaba hacer. —Sí señora, me gusta que me toque, cada vez más, pero me siento extraña mostrándole mis pechos a su hija mientras usted me los agarra; aunque me excita la situación. —Por Beatriz no te preocupes, le encanta verme tocar a sus amigas, bueno, no a todas; solo a las que se dejan hacer, como tú. —Bueno, ahora lo entiendo, Beatriz es una mirona de campeonato jajja — Beatriz asintió con la cabeza mientras sonreía. Laura se puso muy seria y me habló: —Margarita, guapa; quiero pedirte algo, es algo que es muy importante para mí y, que para ti puede ser una experiencia única, ¡no me digas que no a la ligera!, por favor. —Dígame usted, a lo mejor la sorprendo, a mí me gusta mucho agradar. Quiero que seas mi sumisa, solo como una experiencia para las dos, y solo cuando vengas aquí, solo como un juego sensual, "intenso". Es algo fácil de cumplir, solo es necesario que me obedezcas en todo lo que te diga, si lo aceptas, no me podrás desobedecer en nada. Anda, dime que sí, veras como te ...
    ... gusta jovencita. —He oído hablar del tema y la verdad es que me hace ilusión probar, ya lo había pensado antes jajaj, pero solo como algo temporal y como un juego, ¡que yo no quiero tener dueña, ¡vale Laura! —Vale Margarita, por supuesto será como tú deseas, pero solo serás mi sumisa, como un juego, si me das tu palabra de honor de que me obedecerás en todo lo que te mande. —Tiene usted mi palabra, que para mí tiene mucho valor. Esto es algo nuevo para mí; pero me agrada ser sumisa suya e intentare hacer lo mejor posible "mi papel". —Muchas gracias Margarita, ya nos vamos entendiendo, pero no todo serán caricias, quiero que disfrutes del dolor y de la cesión de tu voluntad. — dijo Laura mientras Beatriz permanecía en silencio, como había estado toda la tarde, de mirona. —Vale, alguna experiencia dolorosa me parece algo emocionante, ¿verdad señora? —dije entregada como una fiel perrita. —Por supuesto chiquilla, el palo y la zanahoria. Después de darle a la señora Laura mi consentimiento, mi amiga Beatriz, me miró a los ojos con una sonrisa malévola en su rostro, como riéndose de mí, eso no me gustó. Cuando Laura me tocaba, yo me quedaba como hipnotizada y me dejaba hacer, muy excitada, sintiendo la piel madura y áspera de sus manos surcar mi cuerpo mientras su hija Beatriz miraba con ojos de satisfacción. Me sentía como una presa, seducida por la hija y tomada por la madre. Beatriz me dijo que ver a su madre actuar le daba tanto morbo que se salía de sí misma y casi se corría ...
«1234...9»