1. La madre de mi amiga me azotó su padre me penetró


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos

    ... del gusto. Yo no me comprendía a mí misma, siempre había sido una mandona con otras chicas y, siendo bisexual, también con muchos chicos… era algo que deseaba experimentar desde un lugar oscuro de mi mente. Una de esas tardes y, mientras estudiábamos, me dijo su madre: —Margarita, desnúdate, por favor, que quiero que estudies desnuda, que después te azotaré, y lo haré por no ser todo lo dócil y entregada que yo deseo que seas. —Señora, no le he dicho a nada que no, ¡bueno!, solo a lo de que el perro lamiera mi sexo, es que me daba mucho asco, pero si se va a enfadar, tráigalo y lo dejaré chupar mi sexo —No, no hace falta Margarita, yo respeté tu negativa, porque también lo vi algo excesivo, para ti, y no te obligué a dejar al perro. No es por eso guapetona, es por tu actitud, me gustan las jovencitas más dóciles y a ti se te ve muy altiva, incluso cuando te toco. ¡Venga!, desnúdate, si quieres darme gusto, niñata. Con las mejillas rojas como el fuego me desprendí de la minifalda plisada, ya entonces me gustaban las minifaldas, después me quité la camiseta y el sujetador, dejando mis blancos y firmes pechos moviéndose como generosos flanes en el aire, un aire algo frío que erizó mis pezones poniéndolos duros como dos garbanzos. Luego me bajé las braguitas, de color rosa y con encajes transparentes, sacándomelas por los pies. Mi cuerpo desnudo y mi monte de venus pelirrojo lucían frente a la mirada de poder de la madre y la mirada de satisfacción de la hija. Quise ver deseo ...
    ... hacia mí en los ojos de Beatriz, pero no estaba segura de nada, solo estaba excitada y algo confusa. Laura me dijo: —Margarita, eres preciosa, tus caderas rotundas y tu carita llena de pecas es preciosa, me gusta tu piel blanquita, eres muy tierna pelirroja, disfrutaré contigo. Me daré un baño en la piscina y, ¡cuando salga!, te azotaré como es debido. — Vale Laura, como usted mande — dije sin mucha convicción. Más de una hora estuvimos estudiando en el porche, yo desnuda y Beatriz vestida con un pantalón vaquero y una blusa celeste. Mientras su madre nadaba pasaron delante de mí, viéndome desnuda, varias personas: el jardinero, que me dio un buen repaso con la mirada a la vez que se agarraba "el paquete" por encima de los pantalones, la asistenta, que pasó la fregona junto a nosotras sin dejar de mirarme los pechos, y dándome dos restregones en los tobillos con la fregona húmeda. Me pregunto Beatriz: —Margarita, si no te gusta estar desnuda, vístete; solo es un juego de mamá. — Beatriz, me siento expuesta por el deseo de tu madre y mi sexo está chorreando, es extraño pero me gusta; no te preocupes, estoy entregándome por decisión propia, quiero saber que se siente al ser una sumisa. — Vale Margarita, si estas segura; a mí me gusta verte en pelotas, eres muy bonita. Voy al aseo y ahora vuelvo Marga, ¡que me meo de la excitación!, por las piernas para abajo. Mientras Beatriz orinaba en el aseo su padre pasó junto a mí, me dijo buenas tardes y se marchó; lanzándome una mirada de ...
«1234...9»