1. Cómo inicié mi sexualidad


    Fecha: 05/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    La historia del primer contacto sexual de un chico que pensó no ser atractivo para nadie. Para contar esta historia, es necesario comenzar por mis años de adolescencia. Durante mis años de secundaria y bachillerato, fui víctima constante de lo que hoy se conoce como bullyng; puesto que siempre fui diferente a los demás chicos, en el sentido que nunca fui del tipo atlético (deportes como el fútbol me parecen estúpidos, sin sentido y sumamente sobrevalorados); además que mi complexión física era delgada. Por esas razones, nunca logré encajar en el grupo; pero ello no llegó a representar un verdadero problema hasta entrada la adolescencia hasta terminar mi educación media (hablamos de un período comprendido aproximadamente desde los 13 hasta los 17 años), lapso durante el cual fui blanco de abusos constantes; entre los cuales se encuentran que mis compañeros escondían los útiles de mi mochila, y llenaban esta con basura. Para empeorar lo anterior, yo no hacía el más mínimo intento por socializar con chicas (supongo que está de más aclarar que soy gay, lo que supe desde que tengo memoria; lo que es un estigma y está mal visto en la mayoría de sociedades). Como consecuencia de lo anterior, yo mismo me excluía y me refugiaba en la biblioteca de mi escuela; en donde me pasaba la mayor parte de mi tiempo libro devorando un libro tras otro. Tanta lectura me permitió obtener vastos conocimientos en muchas ramas, entre las que cabe recalcar el tema de la informática; por lo que ...
    ... haciendo uso de mis conocimientos de programación, fui capaz de burlar los filtros de seguridad de la biblioteca; y ello me permitió consumir toneladas de porno gay de todos los tipos. Como resultará evidente, para el personal parecía que yo me dedicaba como buen estudiante a mis actividades académicas; cuando en realidad me la pasaba viendo horas de videos y leyendo más y más relatos. El abuso del cual era blanco era tan intenso que en más de una ocasión llegué a pensar en quitarme la vida (a esa edad se es tonto, lo sé); de no ser porque habían 2 ó 3 chicos que me mostraban su apoyo. De entre estos chicos, había uno que resaltaba por alguna razón que ni yo sabía (a quien apodaban Cam, de quien omitiré su nombre real por obvias razones). Constantemente me hacía compañía en la biblioteca mientras yo leía, y además platicaba mucho conmigo. En más de una ocasión fui a su casa y él a la mía a estudiar para los exámenes o dedicarnos a actividades lúdicas (ver alguna película, jugar videojuegos, etc. ). Como sea, el burlar los filtros me permitió establecer contacto con varios chicos gay, con los que me limitaba a sostener conversaciones eróticas de manera anónima; pero nunca pasaba de ahí, puesto que no me sacaba de la cabeza las ideas de que se me pegaría alguna enfermedad o que me secuestrarían si llegara a concertar alguna cita. Con el tiempo, encontré a un chico de mi edad que decía estudiar en mi misma escuela; y resultó que hablando con él me sentía a gusto, por lo que lo ...
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