1. El cuñadito


    Fecha: 20/10/2017, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... chupar la pija, seguro se te para, si? -Si - Y si te la chupan bien hasta le acabás en la boca, si? -Mmmm, siii! - Y con los ojos vendados, ¿cómo sabés si te la chupó una mina o un tipo? Silencio - Y otra, siempre con los ojos vendados, imaginate que después que te la chuparon bien, sentís que alguien se está sentando en la pija y subiendo y bajando la cadera se manda una cabalgata de órdago con tu verga hasta hacerte acabar, cómo sabés que te cogiste el culo de una mina o el de un tipo? Silencio -Entonces Davi, ¿por dónde pasa la cosa, por el cuerpo o por la cabeza? -Y, por la cabeza, claro! -Eso mismo!, hay gente que tiene la mente más abierta que otra y se anima, y hay gente, de mente más cerrada, que no se anima. Lo mismo pasa con tu culo. -¿Qué pasa con mi culo?-, preguntó muy serio. -Perdón, me refiero al culo en general. Muchos dicen que el culo está hecho para cagar, y tienen razón, pero lo que no dicen es que el culo, el esfinter, el canal y el ano están llenos de terminales nerviosas muy sensibles y que pegado al recto tenés la próstata, que es el punto "G" masculino. Entonces dejarse coger puede tener sentido. David, que seguía mi lógica perversa, terminó admitiendo. -Y, será por eso que cada vez hay más putos, no? Pero cuña, ¿vos alguna vez te cogiste a un macho? No me agarró con la guardia baja, tenía que ser ambiguo y estaba preparado. Le dije sonriendo "¿yo?. . . no", pero con una actitud y una expresión que denotaba un "si, boludo, no te das cuenta?" Con ...
    ... charlas de esta clase fui preparando el camino, además cada vez que podía le clavaba los ojos desembozadamente en el culo o conversaba con él acariciándome la pija. No podía no darse cuenta, y de hecho comencé a observar que cada vez que se iba, miraba de reojo para atrás para ver si yo le estaba ojeando el ortito. Ya la semilla estaba en su cabeza: éste se coge a tipos y ahora no deja de mirarme el culo, seguro me tiene ganas, ¿cómo será? Las pibas, por suerte, no se daban cuenta de nada. Luego de unas semanas acordamos entre los cuatro ir el sábado a comer un asado a un recreo en la laguna de Monte, a unos 100 Km de Buenos Aires. El día resultó uno de esos gomosos días del otoño porteño, totalmente nublado, caluroso a pesar de la época y con pronóstico de lluvia. Igual fuimos. Durante el viaje el tiempo siguió empeorando y Monte nos recibió con una finísima llovizna, de esas que usamos para cargar a los amigos pajeros que hablan mucho de minas pero no cogen nunca porque "hinchan las pelotas pero no mojan". En el recreo estábamos absolutamente solos, fuimos los únicos locos que con ese día se animaron a salir a hacer un asado al aire libre. El quincho estaba bueno, las parrillas bajo techo también, así que la pasamos bárbaro y con todo para nosotros. A la tarde paró la garúa pero no bajó el calor así que nos sentíamos todos pegajosos. Aprovechamos para ir los cuatro hasta la costa de la laguna a mirar un rato el agua y las aves. Decidimos sacar las cañitas mojarreras y con unos ...
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