1. El Circo


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mariacristina, Fuente: SexoSinTabues

    ... obediente, comencé a abrir un poco más las piernas, hasta llegar cada zapato al extremo del hierro de debajo de la silla, sobre el que estaba pisando. O sea, recuerdo que me “acomodé” mejor.. inclinándome un poco hacia adelante.. Y allí sí ya sentí nuevamente la misma “cosa” cabezona y resbaladiza que me abrió levemente los labios de la vagina en el obscuro pasillo, pero esta vez ya con más firmeza, comenzó a entrar un poco más… hasta que percibí la sensación de lo grueso y caliente que estaba teniendo entre mis piernas. En el manoseo previo, ni me percaté cuando estiró nuevamente la elástica goma de mi pequeño bikini hacia un costado. De seguro, empuñaba ese garrote tibio con una mano, porque con firmeza se abrió paso en mi pequeña vagina y me obligó a empinar un poco más las nalgas hacia afuera, empujándome hacia arriba con la punta de la sandalia.. y allí pude sentir cuando fue entrando y comenzó a moverlo en vaivén, como un émbolo, agarrándome más fuerte de la cintura.. y me sentí como indefensa.. ¡es que ya estaba bien empalada! ------------------------------------------------------------------------------------------------ Y me dejé llevar. Al rato sentí algo duro que me apoyaba el otro hombre y muy de reojo observé hacia ese lado. Era un hombre cuarentón, bien moreno y de pelo algo canoso. Cuando volví la vista hacia el ruedo, se acercó más apretándome desde ese lado y sentí dos cosas duras moviéndose entre mis nalgas, como que me refregaban y empujaban de abajo hacia ...
    ... arriba. Uno de ellos apoyó la palma de la mano justo en el medio y comenzó a estrujármelas como si fuese el dueño de lo que estaba agarrando. El otro, con cada empujada me obligaba a llevar el cuerpo otra vez hacia el que estaba bien detrás de mí y así me tuvieron como más de media hora. Percibí algún movimiento a mi derecha y entonces ví a mi lado que a la señora algo rellenadita le estaba pasando lo mismo, tenía un hombre detrás suyo que parecía que desde hacía rato le tenía colocaba una mano en la cintura –justo a mi lado- y la estiraba hacia atrás, mientras parecía que por momentos doblaba algo las rodillas para empujarle con más fuerza. Ella estaba algo sonrojada, seguía concentrada en el circo como si no estuviera pasando nada.. pero me dí cuenta que también ella inclinaba de tanto en tanto la cabeza hacia adelante, como si fuera que estaba colocando mejor la grupa para que la siguieran empujando. Eso fue muy revelador para mí, a esa edad: una mujer bastante mucho mayor que yo y que no estaba haciendo ningún escándalo, aceptando lo que estaba pasando con normalidad y más aún, también parecía estar disfrutando.. Como en cada agarrada sentía que levantaban algo de mi falda hacia atrás, se me ocurrió pasar la mano para alisar la falda desde las nalgas hacia abajo. Y esa sí fue una sorpresa: mi manito quedó paralizada cuando sentí algo tibio, duro y que me pareció e-nor-me, que se refregaba contra el dorso de mi mano. Era ESO lo que tuve dentro, ensanchándome la entradita ...
«12...4567»