1. El Circo


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mariacristina, Fuente: SexoSinTabues

    ... de la vagina, un rato antes. Pero sin retirar la mano la dí vuelta, con la palma hacia atrás y de inmediato me la colocó completa en la mano.. recuerdo que me llegaba más allá de la muñeca.. dejé un momento la mano y cuando la estaba retirando, me apoyaron otra mano en mi antebrazo oprimiéndome con firmeza hacia “eso” que prácticamente ya estaba agarrando. Pensé retirar mi brazo con firmeza pero quedé quieta, mientras sentía claramente los empujones hacia mi mano y mi antebrazo que se me humedecieron con algo gomoso que después limpié restregándola por mi falda. Sentía arriba de una de mis orejas una respiración casi jadeante y de hacia el otro lado, el intruso se atrevió más –seguro estaba mirando o percatándose de lo que pasaba- porque no sé en qué momento introdujo la mano por debajo de la falda hasta alcanzar atrás la unión entre la nalga y el muslo. Como yo había abierto las piernas en lo que podía, él encontró el hueco y comenzó a restregarme el dorso de la mano cada vez más insistente y osado. Ambos seguían apretándome y era casi imposible que alguien pudiera ver algo.. Volví a pasar la mano derecha hacia atrás como para alisarme la falda y otra vez, la presión en el antebrazo me obligó a dejar la mano a disposición pero ya la llevé con la palma hacia atrás.. era gruesa y larga, cerré ligeramente los dedos para rodearla mejor y al percatarme de la medida me hizo sentir temor de si con “ESO” quería hacerme algo más.. se movió entre mis dedos, como si lo estuviera ...
    ... masturbando.. luego la retiré, para apoyarme en el respaldo y llevé hacia atrás la otra mano. La historia se repitió, y pude percatarme de que la tenía también gruesa pero algo más corta que el alto que estaba detrás de mí. Pero ese fue más osado, porque me tomó la mano y me la estrujó sobre el paquete que probablemente, también lo tenía fuera del pantalón desde hacía rato.. Para entonces y de tanto en tanto, yo apoyaba la pelvis en la parte del respaldo de la silla, lo que aumentaba mi excitación con ese roce adelante. Me ayudaba el vaivén por los empujones que me daban de atrás¸ y recuerdo que me apoyaba firme en los pies para no mover tanto la silla de la tía. El señor que la tenía e-nor-me según pudieron apreciar mis manitos, se colocó bien detrás de mí y con firmeza, me sobó con fuerza las nalgas nuevamente, como sintiéndose ya “dueño” de esa chiquilina cada vez más excitada. Y me abrió las paredes de mi conchita, ya muy lubricada para entonces, metiéndome creo que la mitad o más de esa cosa morcillona.. me sentí atrapada y casi intento esquivarme, pero ya estaba dentro. Sentí el empujón más fuerte y creo habrá entrado un poco más, por la sensación de estar bien distendida en mi pequeño hueco.. no pude aguantarme, deslicé disimuladamente mi mano hacia abajo y al hacer el primer vaivén frotando entre mis piernas comencé a agitarme y a sentir como espasmos involuntarios que no podía evitar ni disimular. Allí el señor me dio otro empujón, yo levanté más mis nalgas y creo que pudo ...
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