Mi propio Padre me hizo Maricón! - Relatos Eróticos

Mi propio Padre me hizo Maricón!

... algo increíble y muy placentero. Papá empezó a pasar su lengua entre mis nalgas y luego se puso a chuparme el ano, ensalivándome con su fresca y viscosa saliva, que no pude evitar gemir varias veces mientras él me comía el culo como un experto.

- ¡Slurp! ¿Te gusta hijo? —Me preguntó entre lengüetadas y chupones- ¡Slurp! ¿Te gusta como tu padre te come el culito?
- ¡Aaahhh…! Sí papá… —Le contesté en lo que me mordía el labio para no gemir más; pero fue inútil, pues sentí como papá me metió la lengua dentro del recto- ¡Ooohhh…!
- Mmmm… ¡Así me gusta! ¿Y qué me dices de esto? ¿Esto también te gusta?
Y en eso mi padre me metió lo que debió ser uno de sus gruesos y callosos dedos, todo dentro de mi culo, y comenzó a hurgarme todo dentro de mi recto. Yo sólo solté un poderoso gemido en señal de que si me gustaba; ya que ciertamente me gustó. Fue una sensación extraña, algo incómoda al inicio, pero luego era muy placentera. Y seguido el placer aumentó, sólo que junto a un poco de dolor, pues papá me estaba metiendo un segundo dedo y con este me ensanchaba el ano de una manera que jamás pensé posible.

- ¡Agh! Papá… Para, por favor… —Le supliqué entre gemidos y quejiditos.
- ¿Pero por qué, hijo? —Continuó él, mientras me continuaba hurgando el culo con sus dos dedos- Si solo es de ver como tienes de dura la verga otra vez.

Mi padre tenía razón. Yo podía sentir mi verga bien tiesa y palpitante, sacudirse sola entre mis piernas, al mismo tiempo que mi papá exploraba el ...

... interior de mi culo. Entonces él se colocó detrás de mí, con sus rodillas en medio de mis piernas y su verga a la altura perfecta de mi culo. Papá primero apoyó su jugosa verga sobre mis nalgas, que sentí como la frotó por mi raja, regándome su abundante líquido seminal, y después apuntó con su enorme glande a mi peludo ano ya dilatado.

- Papá espera… Me va a doler…
- Confía en mi hijo. —Fue su respuesta, en lo que empezaba a hacer fuerza con la punta de su miembro y me la comenzaba a meter despacio, pero con ímpetu.
- ¡AAAGHH! ¡¡AAAAGHHH!! —Grité a todo pulmón.
- Sssshhhh… Sólo relájate hijo y deja que papá te la meta toda.

Yo estrujé la bracera del sofá con mis dos manos y apreté mi mandíbula para poder soportar el terrible dolor que estaba experimentando; mientras mi propio padre me desvirgaba el culo con su monstruosa verga, enorme y gorda, que literalmente sentí que me estaba partiendo en dos. Grité que no más, pero papá no hizo caso a mis suplicas y me tomó de las caderas y empezó a embestirme. Con cada arremetida de su pelvis, más de su letal verga entraba dentro de mí; hasta que al fin me la logró meter toda, pues pude sentir sus tupidos pelos púbicos rozar mis nalgas y como sus gigantes huevos golpeaban los mío con cada azotada que me propinaba. Ya no había marcha atrás, yo ya había sido desvirgado por mi propio padre y él me estaba bombeando el culo.
- ¡Joder hijo! ¡Te ha entrado toda! —Exclamó entre jadeos y resoplidos, mientras no paraba de follarme cada vez ...