1. MI TÍA FAVORITA Y YO, SU SOBRINO PREFERIDO


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Ser39, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    •	Hola amigos, me llamo Sergio y os   voy a contar una historia tan real  como caliente. Mi tía Mari y mi madre son hermanas, mi tía es la mayor, no tiene hijos y por ello a nosotros, sus sobrinos siempre nos ha cuidado mucho. En particular a mí, pues desde pequeño he sido su preferido, sigo siéndolo y ella mi tía favorita y ahora más pues somos cómplices de nuestra historia que todavía con el paso de los años sigue viva.
    Desde niño me ha mimado por ello siempre la he querido mucho y cuando mi testosterona empezó a mostrarse ya me empecé a fijar en ella pues tiene unas tetazas enormes y en aquel entonces muy bien puestas.
    •	Yo tenía claro que las mujeres me gustaban y me gustan mayores y por ello me fijaba en mis vecinas, las madres de mis amigos y por supuesto la que más cerca tenía, mi tía Mari.
    •	Ella trabajaba en una tienda del barrio y yo solía pasar a verla a menudo, siempre le daba dos besos y me apretaba contra sus tetas mientras mis manos cada vez bajaban un poco más abajo y en vez de la espalda la abrazaba por el culo y la traía hacia mi. Un día de los que le pedí las llaves de su casa para ir al baño decidí hurgar en sus cajones de la habitación para encontrar algún sujetador o braga que me pusiera cachondo. Enseguida encontré dos cajones llenos de sujetadores  y bragas grandes, esas que veía a través de su bata o blusa cuando podía. Enseguida se me puso la polla durísima, no la tengo muy grande unos 15cm pero si muy dura, me masturbé y me corrí en su ropa ...
    ... interior. Llené ese sujetador de mi lefa caliente y abundante sin dejar caer nada al suelo en una corrida brutal. Buuuff!! Qué gustazo!!.
    •	Al acabar pensé. Qué he hecho? Qué hago ahora con esto? Se va a dar cuenta...
    •	Al contrario de cortarme un pelo, lo deje encima del resto para ver si a la noche se lo ponía.
    •	Esa tarde noche con una excusa tonta fui a su casa a comprobarlo y cual fue mi alegría que cuando llegué a su casa mi tía estaba con su bata de casa fina y abierta en el escote y si, lo tenia puesto, cosa que me puso muy cachondo y no intenté disimular, mi pantalón de chándal dejó ver mi empalmada. Era brutal y mi tía la miraba de vez en cuando al igual que yo sus curvas de mujer madura y cachonda. Llego mi tío a cenar y ahí quedó la cosa. Al llegar a casa me hice un pajote terrible pensando en mi tía Mari y en como ella también había mirado mi paquete. Solo pensaba en como hacer para follármela y si ella también estaría dispuesta a hacerlo conmigo. Como teníamos mucha confianza seguí subiendo a su casa a mediodía a pajearme y mojar su ropa interior, dejándola empapada de mi leche casi a diario pensando en que ella se ponía cachonda también con ello.
    •	Así estuvimos bastante tiempo entre pajas y calentones viéndonos a diario y sin pasar de ahí, nos veíamos a diario a mediodía y a la noche pues siempre buscábamos una excusa para vernos.
    •	Mi tía cada vez se insinuaba más, agachándose para enseñármelo todo cada vez más descaradamente a lo cual yo respondí igual ...
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