1. LA TOMÉ DORMIDA


    Fecha: 06/10/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: A. Anderson , Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... mente los gemidos, las uñas en mi espalda, y la vagina eran las de mi niña y no mi mujer. 
    
    Así al cabo de unas semanas volvimos a caer en la rutina, claro que ahora la relación con mi mujer estaba bien, más ahora me tocaba sufrir a causa de que aún seguía pensando en aquel vago recuerdo y la culpa. 
    
    Mi hija había cumplido trece y en vísperas de su cumpleaños había ido a comprar cosas con mi mujer para la fiesta, así que las guardabamos en la recamara de ella, la niña al estar de vacacionanes no se levantaba temprano, así que aquella mañana la habíamos dejado sola, para ir a comprar y al regresar uno pensaría que estaba durmio, imaginen mi sorpresa que cuando entre abrí la puerta para meter las cosas de la fiesta, la niña estaba desnuda de la cintura para abajo, sobre una almohada en su cama, con una playera mía, y gemia y gemia mientras mecia su coño rosa y su anito se veían increíblemente dejando un rastro de humedad que alcanzaba a percibir  sobre la almohada  y escuchar sus quejidos de placer, mientras se mecia sobre la almohada como si fuera una persona. 
    
    Congelado por la escena y comenzaba a excitarme, mi Verga estaba bien parada y dispuesta, mientras veía el cocho joven de mi hija meciendoae  sobre mi playera y acabe tirando las cosas y correr al baño, ya dentro sacaba mi Verga y empezaba a hacerme una paja mientras escuchaba a mi mujer gritar que si estaba bien. 
    
    Después de ese día mi hija no me veía a la cara, y siempre que lo hacía se sonrojaba o veía a ...
    ... otro sitio, pues obviamente se había dado cuenta que la había visto. Asi que el día de su cumpleaños, mientras todos festejaban y tomaban demas mi única vista era mi hija, que estaba bien arreglada y hablaba con sus amigas y bailaba el ritmo del reggueton y había pasos del twerqueen lo cual me estaba poniendo al mil y tuve que ir a esconderme a mi recamara fingiendo no sentirme bien. 
    
    La fiesta había acabado temprano, y mi mujer estaba algo cansada y de su cajón sacó unas pastillas de dormir y se tomó dos alegando que quería disfrutar de una noche de sueño largo y yo por mi lado no podía saber bien que sentir primero una emoción increíble por mi suerte y por que esta noche le haría una vista más larga a mi hija y la otra era la culpa por que estaba mal y aún así mi miembro se estaba endureciendo por esto.
    
    Así que solo le había asentido y me había costado de lado, para cuando ella roncaba, me iba directo hacia la recamara de mi hija y al entrar la veía allí en la cama con las piernas abiertas, en nada más que sus bragas, y una playera sport, sus bragas reflejaban cierta humedad, que podía ver puesto que tenía las cortinas corridas y la luz de la luna se reflejaba un poco, así que me armaba de valor para hacer algo más que solo masturbarme. 
    
    Por primera vez en mucho tiempo me atreví a colacarme sobre ella, mis piernas a cada lado de su cuerpo, así mientras comenzaba a alzar su playerita y bajaba mi rostro para ver sus pechitos ya más formados, la respiración de mi hija ...