1. Adictas al Embarazo 2


    Fecha: 22/10/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Sombra, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... unos instantes para volver con un bote de vaselina y lubricante a base de agua. Se desnudó y se subió en la cama materna.
    
    Comenzó besando sus mejillas, su frente, sus párpados, los lóbulos de sus orejas y a los labios bucales los acarició con los suyos, para después repasarlos de lado a lado con la punta de su lengua, humedeciéndolos, humectándolos con saliva.
    
    Bajó a su cuello y levantándola un poco pudo ver la base de su nuca, en donde había dejado su marca la vez anterior.
    
    Sabía muy bien que su abuela no se lo notaría, rara vez mostraba esa parte del cuerpo, ya que era difícil verla tanto por las prendas que ella usaba como por su larga cabellera . El chupetón marcaba propiedad, antigüedad y amor. Volvió a repasar un poco la ventosa, en su abu el chupetón se encontraba en el inicio de cada muslo por el lado interno, haciendo de decoración recibidora al dueño carnal de la hembra.
    
    Sus hombros fueron besados y acariciados, así como sus brazos y dedos. El nítido olor de su cabello recién lavado fue aspirado, rememorando tiempos pasados, vistas indiscretas recreadas. Con las puntas de su cabello envolvía su enhiesta vara, la cual ya desprendía los primeros fluidos pre seminales, mismos que cual fijador se asentaba entre cada uno de esos finos cabellos.
    
    Se sentó a poca distancia de ella, admirándola por completo en cada uno de sus gestos y movimientos, su polla erecta, amoratada y desesperada por entrar, de acurrucarse en esa gruta acogedora, caliente, maternal, ...
    ... misma que se había convertido en su hogar.
    
    Apenas habían pasado algunas horas desde la última vez que la había penetrado y vaciado todo lo que su abu no le había extraído. Para él no importaba que tan cansado se encontraba, incluso podía sentir algo de molestia, ya que en poco tiempo había entrado en una y en otra vagina. Tanto su abu, como su madre eran su adoración.
    
    Había veces en que su abuela no regresaba hasta muy tarde, por lo que entre la siesta de la tarde y  el sueño nocturno, podía dejar a veces una cantidad de esperma bastante considerable, a veces su adorada y cariñosa mami parecía absorber toda esa cantidad completa y glotonamente.
    
    Ignorándolo ella por completo, cada vez que ella se bañaba, esta cantidad de semen escapaba desapercibida, excepto esa mañana que no supo identificar que era y que por la intensa actividad masturbatoria había logrado sacar de una sola vez tal volumen que guardaba desde hacía varios días, entre los bichitos disparados previamente por la madrugada y los cadáveres de días pasados que no habían logrado ni entrar a su útero ni salir en las duchas pasadas.
    
    Sabía que los había estado espiando, sus gemidos aunque se camuflaban entre los berridos y alaridos de su abu, no fueron ajenos a él. Eso lo calentó, por primera vez la familia completa compartía ese íntimo momento de goce, de placer, de amor, de pasión. Cuando llegó a la puerta de su mami ella estaba terminando de auto complacerse. Instantes más tarde se quedó dormida, rendida y ...
«1234...8»