1. Adictas al Embarazo 2


    Fecha: 22/10/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Sombra, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... supermercado. ¡Fue increíblemente agobiante! Todo el día me ha estado palpitando la panochita, cada tanto tenía que atenderla.
    Es insufrible, ¿qué me has hecho que no puedo quitarme este ardor? Es como si llevara una picazón continua que sólo tu leche y tu verga me pudieran calmar.
    -Sólo lo que me es natural. Amarte hasta el extremo, en todo tiempo y en todo lugar. Somos uno divididos por el tiempo y por las circunstancias.
    -¡Por favor! ¡Ya no lo soporto! ¡Métemela ya!
    -Primero comamos, tengo mucha hambre.
    -¡Eso puede esperar!
    
    Rocío se recogió la falda e intentó bajar sus bragas, pero su nieto se lo impidió. No porque no quisiera, sino por tres razones. La primera era que se encontraba exhausto y le era imposible para ese momento lograr una erección decente; La segunda era que no había probado alimento en un buen tiempo, y; la tercera era que su abuela se daría cuenta del olor materno del que todavía no se libraba.
    
    Su abuela no cedía, por lo que Leo se arrodilló ante ella y bajo con lentitud sus bragas, encargándose de masajear la zona muy bien antes de quitar la prenda. Una vez que las retiró por completo, introdujo la punta de su nariz entre los labios encharcados de efluvios, inundando sus cavidades nasales con el olor de hembra  madura y necesitada de verga.
    
    Tras esa pequeña libertad, envió a su experta lengua y ávidos labios a satisfacerla.
    
    De vez en cuando bajaba hasta las rodillas, lamiendo cada parte de piel en el camino, en tanto sus dedos se ...
    ... introducían buscando esas protuberancias nerviosas en la intimidad de su vagina. Las manos de Rocío necesitaban agarrar la cabeza de su nieto. Las piernas por momentos flaqueaban y dejaban de sostenerla. Sabía lo que necesitaba, pero debía obedecer a su cogedor en todo, por más que se quemara por dentro.
    
    Fue un combate extremo, clítoris contra lengua, los cuatro labios vaginales contra los dos bucales, fluidos vaginales contra saliva. La pelea fue reñida, pero el ganador arrasó. La salvaje gruta incestuosa ganó un intenso orgasmo y perdió la pelea completamente bañada en sus caldos.
    
    Comieron ya más tranquilos, pero no así calmados por completo, la lujuria seguía a flor de piel, sin embargo las actividades hogareñas y el cansancio acumulado los dejó estáticos en sus respectivos dormitorios.
    
    A la mañana siguiente, Clara salía del baño después de la micción matinal. Mientras veía que su madre bajaba silente las escaleras.
    
    La siguió sin dejarse ver, desde el pie de las escaleras pudo verla arrodillada en el suelo, pegada a la pelvis de su nieto, era obvio que había devorado la verga de Leo. El movimiento de atrás hacia adelante era inequívoco, la mamada mañanera de la tierna abuela quería extraer por sí misma la leche fresca y espesa, tal y como le gustaba. 
    
    Leo debía sujetarse de la mesa con una mano por la violencia de su abu al cabecear. No duró mucho, en un momento él había sujetado con la otra mano la cabeza de ella, pegándola lo más posible a su pubis, entregándole ...
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