Julissa La Sirvienta y Su Hija Evelyn - Relatos Eróticos

Julissa La Sirvienta y Su Hija Evelyn

... buena todavía, ella es de situación muy humilde y todo el ingreso de su casa era lo que ganaba conmigo y su hija Evelyn tenía trabajos temporales.

Un día al pasar por un pasillo de la casa nos topamos y pues solamente cabe una persona, por lo que ella trato de darme paso quedando de espalda y yo de frente mi miembro toco ese culo quedando en medio de esos cachetotes, lo cual ella se sobresaltó poniendo una cara de espanto. Pero tuve una erección a full quería explotar.

Yo- Perdón Julissa, fue sin querer hacer ese contacto, no es por faltarte el respeto hacía atí.

Julissa- No se preocupe Joven el pasillo es muy pequeño para pasar.

Yo- Gracias Julissa por comprender.

Por otra parte, mi querida esposa Alma estaba a gusto, pues como siempre sin importarle con tal que se le atendiera todo estaba tranquilo. Debido a su actitud de mi esposa, entre una situación de nada de sexo con ella. Podría haber ido con alguna PUTA, pero ese día fue el principio de todo.

Ya había salido de la empresa de trabajar y me dirigía a la casa de hecho ya era tarde, en eso recibo un mensaje de Alma diciendo que no estaría en la casa, iba en el coche el cual en una calle casi sin personas, vi en ese momento a Julissa estaba esperando el autobús para su casa, pensé (será éste día acaso es mi ocasión!) y le ofrecí llevarla a su casa, entramos a un barrio bastante humilde y durante el camino le dije a Julissa que todavía era una mujer muy atractiva, ella se sonrojó y le dije que me ...

... gustaba mucho y que me parecía que estaba muy sola. Julissa se confesó conmigo y casi llora, diciéndome que le ha costado sacar adelante a su hija y el estado que se encuentra su madre, casi no tiene tiempo libre. Llegamos a su casa, no estaba su hija, al parecer estaba estudiando en una escuela nocturna. Julissa me vio a los ojos y ya casi me iba cuando me invitó a pasar a su casa, me acorde que Alma no estaría en la casa, acepte la invitación, entré y ella me invitó a un café, me senté en una sala sin muchos muebles, alrededor estaban 3 habitaciones, dos de estas estaban utilizadas, la de su hija, y la de Julissa, no tenían puertas sino eran cortinas de tela.

Cuando me sirvió el café le dije que se sentara conmigo, lo hizo ella. La tomé de las manos y le dije que siempre me había gustado desde que trabaja en la casa, ella trataba de soltarse, es que usted es el marido de la patrona, le dije no estamos casados solo es unión libre y ya ves que ni hijos tenemos Alma y yo. Se notaba que yo también le gustaba a Julissa, pues empezó a decir que ella tenía tantos años sin tener una relación con alguien, lo cual me fue poniendo excitado. Le intenté dar un beso en la boca y ella esquivó la boca y se lo di en la mejilla, luego fui besando su cuello mientras la abrazaba, poco a poco le fui buscando la boca de nuevo y ahora ella ya no opuso resistencia. Nos besamos largamente, le fui tocando sus piernas y luego sus muslos, ella decía que no, pero no ponía resistencia. Luego le toqué sus ...