1. ¡Mi hermana, mi mujer, uf! - Epílogo a cargo de Ana


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciar mi barriguita en indudable decisión de apoyarme en todo, estar a mi lado pasara lo que pasase. Hola hijo. Bien está que beses a tu hermana, pero creo que alguna caricia también merezco yo. Venga Dani, ven y dame un besito Dani, sonriendo ya a mamá de oreja a oreja, se llegó hasta ella, la abrazó con todo su cariño de hijo, llenándola de besos. Yo también me fui hasta ellos y los tres nos fundimos en un tremendo abrazo lleno de cariño, del cariño que une a los padres con sus hijos y a éstos con sus progenitores. Entonces dijo mamá. Bueno hijos, ¿me vais a tener aquí, de pie y con mi maleta, hasta que las ranas críen pelo? ¡Ay mamá, perdona! Ven, pasemos al salón. ¿Deseas tomar algo, un refresco, un café? Lo que quieras mamá. Pues mira Ana, ahora que lo dices no me vendría mal un café con leche, que desde esta mañana temprano no he tomado nada. A lo que veo, tenéis una casa muy bonita. He visto poco, pero me gusta mucho lo que he visto. Desde luego, Ana tiene buen gusto para arreglar una casa. Cuando regresé de la cocina con el café para mamá y otros dos más para mí y Dani, mamá se arrellanó mejor en el sofá diciendo Bueno hijos, creo que debemos hablar sobre lo vuestro. Hace tres días vino Gloria al pueblo con sus hijos, según dijo al principio para que viera a mis nietos. Luego entró en la verdadera razón de la visita: Ponerme en antecedentes de lo vuestro, con especial atención al nuevo nieto en camino. No me lo podía creer: ¡Mis hijos en incestuosa unión y, ...
    ... además, esperando un hijo de esa unión! ¡No era posible! La taché de embustera, de vengarse de su marido calumniando a mis dos hijos. Pero tuve que admitir la triste realidad. Sí, era cierto, mis hijos habían formado una pareja incestuosa. Quise morirme, no podía admitirlo, era demasiado doloroso para mí. ¿Cómo podía ser que mis hijos hicieran eso, tan mal los habíamos educado su padre y yo? Gloria, desde luego, es una gran amiga vuestra, de los dos y me demostró que sigo siendo como una madre para ella. No me tuvo en cuenta los insultos sino que me consoló, me animó e hizo que las cosas las viera de otra forma. Me recordó que, para una madre, lo más importante debe ser la felicidad de sus hijos. Me recordó cómo quise yo a vuestro padre, mi marido, y cómo me quiso él a mí. Y que así es como vosotros dos os queréis. No puedo aprobar vuestra relación, pero he acabado por comprenderla y aceptarla. Juntos sois felices y eso es lo que debe importarme. También pienso que tendré el placer de mimar a nuevos nietos, nietos que serán sólo míos, pues seré su única abuela. En fin hijos, que Dios nos perdone a los tres. Mamá estuvo con nosotros hasta que di a luz a nuestro hijo y después con bastante frecuencia venía a pasar unos días con nosotros. Le encanta nuestra casa y más estar aquí, con nosotros. Disfrutar de sus nietos, pues también Gloria y sus hijos pasan temporadas en casa, y nunca faltan cuando la “abuela” está con nosotros. Por finales, mamá vendió la casa del pueblo, repartió ...