1. Mi casera me la chupaba estando en la Universidad


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Antonio Alexilo, Fuente: CuentoRelatos

    ... tenía chispa en la mirada. Desde el mismo día de mi llegada, cuando me la presentó su madre, vi en sus ojos al fijarse en los míos que yo le gustaba mucho y desde ese día, cada vez que estábamos juntos, Elisa se ponía roja y nerviosa. Mi habitación era fantástica, al ser la buhardilla, tenía el techo en disminución, algo muy bohemio. Aunque al ser una casa antigua estaba algo deteriorada, viéndose algunas grietas en las paredes. Tenía unos grandes ventanales que daban a la calle en el mismo centro de la ciudad; desde los cuales hice muchas fotografías de la gente anónima que pasaba por la calle, (la fotografía es mi afición desde niño). Me encanta estar desnudo desde siempre y, en aquella habitación, donde solo estaba yo, sentía la intimidad y la independencia de no vivir con mis padres en casa y no tener a nadie que entrara en mi habitación sin llamar. Me desnudaba para estudiar desde el primer día en la ciudad, dejando que mi pene rozara la vieja silla mientras leía, eso me gustaba mucho. También me desnudaba cuando me tendía en la cama para leer. Siempre que me desnudaba me dejaba puesta una camiseta de algodón muy ceñida, no sé porque, pero me da morbo desnudarme solo de cintura para abajo y andar descalzo. Las ventanas de mi habitación me llegaban a la altura del pubis, con lo cual solía hacer fotografías a la multitud estando desnudo de cintura para abajo sin que lo supieran los transeúntes. Cuando ya llevaba un mes en aquella casa, en una de mis tardes desnudo y, ...
    ... mientras me masturbaba mirando el poster de mi actriz favorita, (pegado en la puerta de la habitación) vi un ojo mirándome por una grieta de la pared, junto al marco de la puerta; donde la grieta se abría formando un pequeño agujero de unos dos centímetros que daba al pasillo. Mi mano paró unos segundos viendo como aquel ojo, que incluso parpadeaba. Decidí disimular haberlo visto, mirando al techo y siguiendo con la paja, para que no supiera "mi espía" que lo había descubierto. Sentirme observado me dio mucha vergüenza, pero tras la impresión primera, me excitaba mucho la idea de exhibirme sin que "mi espía" supiera que no todo lo que yo hacía era improvisado… ¡Morbo total!, que provocó que mi erección se intensificara; siempre he sido un exhibicionista y en aquella época más. Desde que tengo uso de razón me ha gustado que me vean desnudo. Desde aquel día, cada vez que me desnudaba, miraba disimuladamente el agujero junto a la puerta. Muchos días me cambiaba de ropa frente a la puerta, buscando ser observado… aquel ojo indecente estaba presente en muchas ocasiones, cada día más; tanto es así, que tuve dudas de que me observara una sola persona. Tras más de dos semanas estirando el pellejo de mi grueso y oscuro pene frente a la puerta, tuve ganas de saber quién me miraba y ver el rostro de aquel ojo, frente al cual había soltado ya ríos de semen. No sabía si me observaban desde que llegué a la casa o solo desde hacía poco tiempo. Mi amigo Gabriel es informático y, tras una charla ...
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