1. Negación - Capítulo 13


    Fecha: 16/07/2018, Categorías: Gays Grandes Relatos, Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¿Tanto la quieres? – preguntó descolocado. - La adoraba – admití, triste y enfurecido en iguales proporciones -. Estuve ahí cuando tú no estabas. Y ella estuvo para mí también, siempre. Debe haber sido divertido para ti no, ir al Hospital con Cecilia… - me corté -, ¡Ya no sé ni lo que digo! - No lo sabía tampoco – reconoció -. Cecilia hablaba mucho de su Faby, un chico que podría ser su hermano, un chico perfecto decía – se rio con tristeza -. Quiso que te conociera en varas oportunidades, pero nunca logramos concretarlo. Salvo hace dos semanas cuando me arrastró con ella al Hospital, estaba vuelta loca, habías sufrido un accidente dijo, estabas grave – apretó el arco de su nariz con los dedos -. No habría ido si… - Si hubieses sabido que se trataba de mí – completé, en un susurro. Nos miramos unos segundos, sondeándonos, queriendo saber qué tan ciertas eran las cosas que decíamos y qué tantas otras cosas no admitíamos. - Necesito que controles a Eduardo – dije, comenzando la negociación. - No lo provoques entonces – hice una mueca, eso era injusto. - No lo he hecho… - ¿Qué fue todo ese numerito del pizarrón y el discurso de las jerarquías? – preguntó -. Admítelo, fue una provocación. - Un error – corregí -. Me tomaron por sorpresa, no siempre tienes a tus cuasi-homicidas en tú salón de clases. Un golpe bajo que le dio justo en las bolas. Su cara se crispó de dolor. - ¿Vas a dejar ese asunto algún día? – inquirió contrito. - Para mí no fue un “asunto” – rebatí. - Lo sé, pero ...
    ... hay cosas de ese día que desconoces… - Y no quiero saber nada más de ustedes, limítense a asistir a mis clases, hagan la tarea, respeten y terminaremos el semestre en armonía – quise agregas, provóqueme y lo lamentarán, pero la amenaza quedó implícita. - Trataré de hacer que Eduardo se comporte – acordó. - ¿Qué hay de ti? - No te he dado problemas ¿verdad? – entrecerré los ojos, ¿en serio? - Me propinaste una trompada hace menos de seis horas, creo que eso es un problema – le recordé. - ¡Tienes razón! – dijo rápidamente -. No se volverá a repetir, profesor. Me pareció divertida la forma en la que dijo “profesor”, me relajé un poco, él estaba siendo razonable. - Me parece justo… demás está decir que caminan al filo de la navaja. Hagan algo que me moleste y sus carreras terminara antes de que puedan decir “Teclado”. - ¡Bien!... Respecto a Cecilia. - No puede enterarse de nada. - Perfecto. - Eres un idiota ¿lo sabes?, Nunca la vas a merecer. - Lo sé – Antonio se vio vulnerable por primera vez ante mí. - Muy bien, Capitán, pensé que no tenía cerebro pero me ha dejado gratamente sorprendido. - Y tú puedes ser una Puta bastante razonable – acordó. Me puse de pie y él me siguió. - Perdóname – me susurró al oído. Se me erizó la piel por su cercanía. Sentí la fragancia de su olor, el calor de su cuerpo. Sus manos me tomaron por la cadera y me giraron en el acto. Apoyé mis manos en sus brazos alejándolo, pero me desequilibre por el pie del yeso. Aprovechó la vacilación para agarrar mi ...