1. Desafío de galaxias (capitulo 35)


    Fecha: 24/09/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... —respondió mientras observaba como una sargento colocaba los explosivos en la puerta—. Pero está vez no, recuerda. —Si, si, tú a maquinas y yo al puente. Me voy atrás J. J. —dijo Marisol y el aludido levantó el pulgar. Instantes después, se produjo la voladura y la primera oleada entró disparando con sus rifles de partículas. Unos minutos después, Marisol y sus soldados entraron también por el destruido portón y girando a su izquierda en medio de una lluvia de disparos enemigos, comenzó a avanzar hacia la zona del puente. Las armas bulban no penetraban las corazas de ambiente y las tropas federales avanzaban sin oposición por los pasillos de la nave. Para entonces, tres oleadas más habían llegado a la zona de desembarco, mientras la flota había aislado definitivamente a los transportes bulban destruyéndolos uno a uno sin que las fragatas enemigas pudieran hacer nada. Finalmente, estás, con fuertes perdidas, se batieron en retirada hacia el interior del Sector 26. En el interior de la nave extraña el avance continuaba inexorable: las corazas de los soldados federales eran una ventaja. —Marisol, estamos en la sala de maquinas: es nuestra —informó J. J. por el comunicador—. Por el camino hemos descubierto varias salas con miles de cápsulas de éxtasis. Aquí puede haber varios cientos de miles de soldados en hibernación, si no millones. —De acuerdo, nosotros estamos cerca del puente. No podemos acceder a los controles de las puertas, las han bloqueado, y nos abrimos paso con ...
    ... voladuras. Creo que en unos minutos estaremos en él, —y después de una pausa, añadió—. Estoy hasta la raja de este traje, hace un calor terrible. —¿No has conectado el control ambiental? —¡Pues claro que lo he conectado…! pero me han pegado un tiro y lo han jodido estos cabrones. —¡Ni se te ocurra quitártelo! —¡Joder, que no me lo quito! Pero hace calor y llevo los pies encharcado de tanto sudor. —No dejes de beber agua por el dispensador. —Ya lo hago. Última voladura, bajos a entrar. Ahora te llamo. —OK. Un par de horas después, la nave estaba totalmente controlada, y lo que más sorprendió a Marisol y J. J., fue la poca dotación de tripulación que tenía, no pasaban de mil, pero se había suscitado otro problema, que hacer con el alrededor del millón de bulban hibernados que según los bancos de datos había en la nave. La flota puso rumbo de regreso a Nar con la nave apresada y Marisol, a bordo de una lanzadera, se trasladó al Fénix para poder quitarse el traje, que a causa de los desperfectos no soltaba los cierres. —¡No me montes el pollo que no es lo que parece! —exclamó Marisol cuando vio aparecer a Anahis y ponerse ante ella con los brazos en jarra. —¡Cómo que no es lo que parece! —dijo Anahis, y viendo los desperfectos de la armadura pregunto—: ¿Con qué hostias te han disparado? —No lo sé mi amor, pero no me regañes que no me encuentro bien. —Debe de estar muy deshidratada, —intervino uno de los soldados de escolta que intentaba soltar los cierres con una herramienta— el ...
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