La amiga de mi tía
Fecha: 03/11/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Esto pasó hace unos años atrás, ahora ya estoy recibido y ella felizmente casada, pero cada tanto recordamos y tenemos nuestros encuentros. Había terminado el secundario y como todo chico o chica del interior del país, soñaba con venir a estudiar a la capital. Por suerte tengo varios parientes, por parte de mi padre, que viven allí. Yo me había comunicado con mi tía y en breves palabras le comenté mis ansias de querer estudiar en la Universidad y le pregunté si ella me podía dar un lugar en su casa donde poder quedarme el tiempo que duraran mis estudios, a lo que respondió que no tendría ningún problema en tenerme en su casa. Llegué una semana antes del comienzo de clases y mi tía me estaba esperando. Cuando ingresé en el departamento noté que de la cocina salía una mujer de unos 30 años a la cual miré desde la cabeza a los pies, nos presentamos, ella se dirigió hacia mí dándome un beso de bienvenida. Enseguida comencé a tener un sueño a tal punto que se me cruzó en mente, a esta mina tengo que cogérmela. Anita, así se llamaba, era una rubia de 1.67 m. de altura de rasgos gorditos, siempre con una hermosa sonrisa en el rostro, de piernas flacas, una cola no tan pronunciada y unos pechos grandes que fueron los que me impresionaron la primera vez que la vi. Anita tenía problemas con su marido y quería separarse, mi tía se ofreció a que se viniera a vivir con ella, y desde mi llegada, con nosotros. A todo esto tengo una prima que venía seguido a visitarnos. Con Anita entablaron ...
... una linda amistad. Pochi, era el apodo de mi prima, tenía varias amigas de nuestra edad y me había prometido presentarme a alguna para después, si nos resultaba simpático el encuentro, y así poder salir en otras oportunidades. Arreglamos para salir ese mismo sábado, y Pochi no tuvo mejor idea que invitarla a Anita. Ese sábado a eso de las 23:30 ya estaba preparado para salir. Anita todavía no había terminado de arreglarse y comencé a llamarla para que se apurara. escuché su voz a través de la puerta. -Ya termino, ya salgo- me dijo. -Acelera que nos tenemos que encontrar con Pochi y sus amigas- le respondí. Tal fue mi sorpresa cuando la vi salir que casi me desmayo, ella estaba vestida con una blusa semitransparente de color negro, la cual permitía ver su corpiño de encaje del mismo color sosteniendo y apretando sus hermosos pechos. Seguí recorriendo su cuerpo, encontrándome con una minifalda tableada escocesa que iba apenas por debajo de sus nalgas. Después de convivir seis meses juntos, era la primera vez que la veía tan sexy. Las piernas parecían ágiles y alargadas, acompañadas por unas botas negras que le llegaban hasta las rodillas. Eso me excitó tanto que mi pija había comenzado a pararse, la veía como una mujer muy deseable que estaba necesitando con desesperación ser amada. Me mira, la miro y en su cara apareció una sonrisa, sus ojos brillaban como nunca. -¿Ya estás?- le pregunté. -Sí, me falta el abrigo y salimos- me respondió. Llegamos a la parada del micro y yo le ...