La amiga de mi tía
Fecha: 03/11/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... loco, los comí como queriendo sustraer algo, se endurecieron y yo seguí apretándolos con unas ganas tremendas y Anita gemía de la calentura que tenía. Introduje la mano por debajo de la tanguita tocando su sexo, recorrí con los dedos el canal, estaba empapada, no podía creerlo, su vagina estaba bien caliente con unos labios carnosos y jugosos. Dos de mis dedos se perdieron en su sexo, jugué un rato con su clítoris y Anita largaba gemidos de placer, introduje otro dedo, ahora eran tres los que tenía adentro. Anita estiro sus manos hasta mi bóxer, liberó mi pija para luego hacerme una paja. Le saqué lo poco que le quedaba de ropa y ella hizo lo mismo conmigo. Ella se recostó con las piernas abiertas, invitándome a que la penetre. Me acerqué muy despacio y ella misma me agarró la pija con su mano dirigiéndola a su concha, al momento que la cabeza de mi pija tomó contacto con su concha, no podía creerlo, estaba penetrándola muy despacio y sin pausa, hasta que la tuvo toda bien adentro, me pasó las piernas por encima de la cintura rozando mi cola, ya era una situación incontrolable, sentía cómo presionaba con sus paredes internas mi pija, empecé a bombear cada vez más rápido, los dos nos sentíamos insaciables. Aumente la velocidad de las embestidas, mi pija seguía dura como una roca, los movimientos de Anita comenzaron a hacerse más agresivos llegando al clímax final y nos perdimos en un orgasmo interminable. ...
... Sintiendo aún los latidos de su concha saqué mi pija, todavía me salía leche de mi glande y ella la atrapó entre sus manos, pasando el resto de mi leche por su vientre. Descansamos un rato abrazados los dos muy juntos, pasó un tiempo y ella comenzó a besarme nuevamente, mi mano recorría todo su cuerpo y ahora estaba jugando con su cola -¿Te gusta mi amor? Es todo tuyo-me dijo Con movimientos circulares y muy lentamente mis dedos fueron penetrando en su cola y los gemidos de Anita volvieron a invadir el silencio de la habitación, saqué mi dedo y la hice colocar en cuatro, ahora mi lengua estaba probando su colita, cada vez más dilatada. -No aguanto más amor, métemela por favor....¡yaaaaaaaa! Tomé mi pija y se la fui acercando a su cola muy lentamente, fue algo de otro planeta, estaba viendo cómo la cabeza de mi verga se perdía en ese agujero que parecía interminable. Ahora estaba toda dentro suya y ella gemía como nunca. Yo no quería que terminara ese momento tan hermoso, sentí que algo explotaba, bombeé con fuerza hasta acabarle, dejándole toda mi leche en su interior y ella se acariciaba su concha con su manos, cada vez más rápido hasta que exploto entre gemidos de placer. Caímos los dos rendidos sobre la cama, aún estando dentro de ella, no quería que me saliera de ella aún. Muy despacio se la fui sacando, ella se dio vuelta y me brindó una de sus mejores sonrisas, diciéndome lo lindo que lo había pasado.