ROUS Y SU MASTÍN GIGANTE - Relatos Eróticos

ROUS Y SU MASTÍN GIGANTE

... el pervertido‼!. • Si lo quieres te lo puedes llevar. o ¿Si? ¿de verdad? Le conteste con mucha alegría ya que seguía con la polla de Pequeñín dentro de mi todavía. • Si, es para ti, lo único que te pido que lo trates bien. o No te preocupes, el será mi gran amor. No sé si por la alegría del momento, el caso es que con un pequeño tirón, Pequeñín salió de mí, me dejo con mi coño muy dilatado, pase mi mano y casi la metí dentro, estaba chorreando semen y totalmente feliz. Regrese muchos fines de semana al bar, pero cada vez follaba menos con mis queridos amantes, Pequeñín se encargaba de tenerme satisfecha, era el amante perfecto, siempre dispuesto para llenarme bien de semen. Paso el tiempo, me licencie en la universidad y buscando un trabajo, un día que iba paseando con mi perro por un parque se me acerco una mujer preguntándome por él. Era Mary, hablamos, le conté un poco de mí y me dijo que si quería trabajar para ella. Yo le dije que sí y cuando me encontré aquí me hizo la mujer más feliz del mundo, llevo con ella casi veinte años ocupándome de la administración y demás cosas de la finca. • ¿Y el Pequeñín? Le pregunte lleno de curiosidad. o Lamentablemente murió hace unos años. Esta enterrado en el ...

... cementerio de la finca. Pero afortunadamente lo pude casar con una perra de su raza y me quede con un hijo de él. Se levanto, abrió una puerta en un lateral de su oficina y entro un pedazo de perro que más parecía un caballo enano. o Este es Grandullón, mi segundo gran amor, es más grande su padre en todos los sentidos y tan noble como él. • De tu “enfermedad” y tus amigos del bar, ¿que ha pasado?, le pregunte con curiosidad. o Mi enfermedad, está muy bien, aquí tengo a Grandullón que es una medicina perfecta. De mis amores del bar, ya no queda nadie, el ultimo fue Julián, cuando ya estaba malito vendió el bar y se vino aquí con nosotras, intente que sus últimos días fueran muy felices, al menos así quiero pensarlo. Una lagrima rodó por su mejilla al recordar a sus grandes amores. Rous me contó mas historias, pero para mí lo mas excitante fue cuando me pidió que la fotografiara con Grandullón y otro perro amigo de él “jugando” en su casa. Pero esa es otra historia. < - - - - > Espero que este relato les guste, Fue Rous la que me pidió que lo contara, así que yo solo he tecleado con muchísimo cariño. ===> Todos los comentarios, buenos y malos son muy bien recibidos, agradecidos y tenidos muy en cuenta. NEMESY