1. Pacto entre primos


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de un minuto. Le dije que no podía ser, que no teníamos preservativo, que haríamos lo mismo que a la mañana. Mi primo me puso un dedo en los labios suavemente, y me dijo que había otra solución. Sacó su miembro y apuntó un poquito más abajo. Una mueca de terror y una negación con la cabeza fue todo lo que pude hacer, pero no pude evitarlo, de repente noté como aquella pollita dura entraba por mi ano. No pude evitar un alarido de dolor, fue una sensación como si una sandía se rajara, tras este dolor inicial empecé a disfrutar, no tenía nada que ver con un coito normal, yo no lo había probado nunca, ni se me hubiera ocurrido, era algo distinto, pero me gustaba, y me empezó a gustar más todavía cuando mi primo empezó a juguetear con mi clítoris. Una vez que consiguió abrir gracias a la excitación mis labios vaginales, introdujo el dedo corazón, sin dejar de acariciarme con el pulgar sobre el clítoris, luego introdujo también el índice, para finalmente introducir el dedo anular, gritaba y gritaba de placer, se oía la música de fondo de las ferias y yo gritaba, tenía la polla de mi primo metida en lo más profundo de mi culo y tres de sus dedos dentro de mi vagina. Cuando terminamos miré alrededor, y pude ver a varios mirones, que salieron corriendo cuando se dieron cuenta de que nos habíamos ...
    ... percatado de su presencia. Nos montamos en el coche y nos fuimos a casa. Lo volvimos a hacer, pero esta vez con preservativo, y experimentando nuevas posturas. Mi primo tenía ganas de experimentar ya que con su mujer no lo podía hacer, las limitaciones morales y de volumen de su mujer se lo impedían. VIERNES Estábamos en el aeropuerto, la mujer de mi primo estaba a punto de llegar. Aquella mañana habíamos aprovechado las últimas horas en solitario para saciar nuestro apetito sexual. Estaban anunciando la llegada del avión y en ese momento hicimos un pacto: lo nuestro iba a seguir siendo sexo para disfrutar, independientemente de los sentimientos, que seguirían siendo los de dos primos que se quieren, independientemente de con quien estuviera cada uno, procuraríamos tener un encuentro a la semana al menos. Cuando escribo esto, ha pasado un año, y aquel pacto lo seguimos cumpliendo. Nadie sospecha en las reuniones familiares, tampoco su mujer sospecha nada, y por supuesto, a mi novio nunca le comentaré nada. Nos va bien así, él y yo, queremos como se entiende por amor de pareja a nuestras respectivas parejas, pero tenemos ese aliciente, de al menos ese encuentro sexual por semana, solo lo hacemos por disfrutar, pero no se puede enterar nadie más que nosotros, seguramente no lo entenderían. 
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