Dulce y amarga amistad (13 y último)
Fecha: 28/11/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... investigadores. Ya habría oportunidad. A la vez sentía el placer del calor de su boca chupando ansioso mi pene, llegar a mi ano para pasarle la lengua, los dedos, exploradores avanzados para hacerle camino a la verga, y así hasta que pedí una tregua. No podíamos seguir así, en esa tensión de la espera y los descansos para no explotar. -Ya Alvaro mi amor, ya la quiero. -Deshicimos el abrazo y me situé de espaldas mirando al techo, recogí las piernas, me ofrecí al macho en silencio. Se situó sobre mi, sin tocarme apenas, sostenido en sus robustos brazos y mirándome a los ojos, con ternura, con amor ciego. -No quiero hacerte daño. -No me lo vas a hacer, ya la he tenido dentro. -Cogí el tubo de gel lubricante, me lo apliqué en el ano, metí los dedos y entonces se lo ofrecí. Se arrodilló y se sobo la verga con la mano llena de gel, verle manejarla de ese modo inspiraba miedo. -Bésame mientras la metes, así será más leve. -Cogí la verga y la enchufé a la puerta del ano, el hoyito no era suficiente para contener el glande, sus labios no se separaban de los míos y la verga, no podía ser de otro modo, emprendió el camino. -¿Te duele, te hago daño? -No, empuja. -Sigue, sigue Álvaro. -Se detenía para coger aire, llenarse los pulmones para luego, al empujar para meterse, dejármelo en mi boca junto con la saliva. -Mi vida, sudas. -Ya la tienes toda dentro Jesús. -La siento, si, tu verga Álvaro buff, es increíble lo lleno que me tienes y tus testículos en la entrada, se mueven, tu verga ...
... engorda y se afloja. -Te quiero Jesús, te amo. -¡Ayy! tu verga Álvaro, que feliz me hace, se mueve un poco, me araña las tripas, ¿qué haces? -Solo me muevo un poco. -¡Qué rico, bésame otra vez, no, no te muevas, la siento crecer, no es posible. -Me la aprietas mucho con el culo, me las vas a romper. -Exagerado,¡ummmm! que gusto mi vida. Te voy a abrazar la cintura con las piernas, deja que yo me mueva. -Sabes riquísimo, me muero de gusto, la verga se sale, vuelve a meterse, voy a morir, ¡Dios, qué placer! Dame, dame rico mi amor, sí más, más fuerte. -Cerraba los ojos, el sudor que le escurría de la cara me caía en ellos y me picaba. -¡Ummm! ¡Ah! ¡Ah!, me viene mi amor, me voy a correr. -Yo también, me estrangulas la verga, aprietas mucho. Dos gritos al unísono, los estertores compartidos, los músculos tensos, el abdomen que duele, el aire que no llega, las nubes nadando en el azul, el cielo límpido, el fogonazo del sol al estallar, el universo que explota y libera la energía, que se expande y no termina. -¿Qué ha sido esto Jesús? -No lo se, has sido tu, ¡Ayy Álvaro! Tu verga, la adoro. Volvimos a bañarnos, habían pasado tres horas desde que llegamos, ¿tres horas? Un segundo. Un sueño hecho realidad en un segundo de vida. Esperamos en el salón a mis padres, por si tenían algo que decir, por si se habían sorprendido y se les ocurría preguntar por algo que se refiriera a mi, o a mi novio, ¿O todo era normal para ellos? -Antes de que volvieras me encontré con Mónica, decía que te ...