AHORA SON DOS IX
Fecha: 16/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues
Al salir por la puerta, me regocije al ver cómo mis hermanos no paraban de mirarme recorriendo todas las partes de mi cuerpo con gran descaro. Esa sensación y el bulto de sus pantalones, no hizo otra cosa más que excitarme y desear con más fuerza ser penetrada por esos dos sementales. Por situaciones de la escuela mis hermanos mayores tuvieron que ausentarse varios meses de casa, por ende, mi abstinencia, lo cierto es que extrañaba aquellos momentos de lujuria de los que éramos presos, la cachondez fortuita que era inigualable en cada momento que se apoderaba lo prohibido en nosotros. Los días y noches pasaban desapercibidas solo era mis pensamientos encerrados ahogando las ganas de ser poseída por esos miembros que me volvían tan loca de placer. Ese jueves por la noche mis hermanos llegaron de visita luego de una reunión de estudios en el estado vecino y como se presentaron sin avisar, así que ni siquiera me pude cambiar la bata de satén que me pongo para dormir, así que solo me puse una gabardina encima. Mi hermano Juan Carlos les preguntó si querían cenar y ellos contestaron que si pero para no dar molestias, nos invitaban a salir a un restaurante. Mi hermano Juan Carlos nos llevó a un lugar cercano a nuestra casa. Al regresar sacó una botella del mejor brandy; y como si hubiera pasado mucho tiempo sin vernos, sé que mis hermanos son de buen beber. Quise disculparme e irme a dormir pero por supuesto, no me lo permitieron. Las copas circularon y yo estaba preocupada pues mi ...
... hermano estaba en exámenes y al otro día iría todo ebrio. Cerca de las dos de la mañana todos estábamos bastante alegres y el cansancio desapareció. Yo estaba muy divertida oyendo las ocurrencias de mis hermanos mayores. Después de varias copas Juan Carlos, poco acostumbrado a beber, yacía en un sillón completamente dormido y roncando. De pronto se pusieron tensos y Jesús me dejó perpleja cuando me dijo con descaro. Entonces que hermanita, ¿de verdad no extrañas nuestras vergas? ¿Cómo crees?, y mejor cállate porque a lo mejor te está oyendo, a este no lo despierta ni un bombazo. Ambos se rieron a carcajadas como para comprobar lo que decían, mi otro hermano ni siquiera se movió. Empecé a ponerme nerviosa y cachonda, ellos eran hombres acostumbrados a mandar y nunca los había visto tan raros. Traté de levantarme para ir a mi habitación pero me detuvieron. No te enojes Valery, estoy bromeando. Pero si lo miras con buenos ojos, mi hermano esta tan borracho que no oiría nada, ¿verdad tú?, dijo Chuy mirando a Toño. De verdad hermanita, contestó, podrías hacer una pachanga si quisieras y él, seguiría dormido te, sus últimas palabras traían una intención muy extraña. Antonio se puso de pie y se me acercó, lo vi mucho más grande de lo que en realidad era. Puso una mano en mi hombro y me dijo en voz baja. Si no quieres, pues ni modo, hermanita, pero no te pedimos mucho, mira, solo déjanos ver tus calzones, ¿va? Su petición me dejó sin habla. Traté de escabullirme pero me detuvo de un ...