AHORA SON DOS IX
Fecha: 16/12/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues
... caer al piso y dejando mi cuerpo desnudo ante sus ojos. Sentí que me decoraban con su mirada. Jesús caminó detrás de mí y comenzó a besar mi espalda, recorriendo palmo a palmo cada centímetro hasta llegar a mis nalgas. Sentí una fuerte nalgada y de inmediato una mano empezó a separar mis pompas, su lengua empezó a lamer entre ellos. Me agaché hacia Toño quien sostenía su endurecida y venosa macana en las manos. Apoyé mis manos en sus muslos y volví a mamar su tranca que parecía estar más grande aún. La sensación era inigualable. La lengua de Chuy entraba y salía de mi vagina y de mi ano a su antojo, provocándome escalofríos de placer. Después de unos minutos, abrió mis nalgas con ambas manos y comenzó a penetrarme. Cada embestida era acompañada de comentarios obscenos que hacían crecer mi lujuria. ¡Qué culote tienes mamacita! decía: Jesús mientras me empalaba una y otra vez. Mi hermano no sabe la clase de puta que tiene en casa, dijo Toño al tiempo que sacaba su chile de mi boca. Yo no me atrevía a hablar pero casi me obligaron con sus preguntas. ¿Verdad que te gusta hermanita? ¿Verdad que te hace falta verga? ¡Sí, me gusta y me hace falta!, mis palabras salieron con algo de temor pues no sabía de lo que eran capaces, pero también lo dije porque era cierto. Me acosté en el piso y se me vinieron encima como machos en celo. Cada uno se apoderó de mis tetas y comenzaron a mamarlas con tanta fuerza que tuve que morder mis labios para que mis gemidos no despertaran a mi otro ...
... hermano. Mientras tanto sus manos recorrían mis muslos y sus dedos entraban en mi cuevita que pedía a gritos más verga. Antonio se acostó en el piso y no tardé en montarme y cabalgarlo, metiendo hasta el fondo su enorme estaca. Parado a mi lado, Chuy me ofreció su fierro. Se alternaron y llegó un momento en el que estando Jesús en el piso y yo encima de él, dijo: Esta cabrona quiere algo más duro. Ni lo digas, se ve que es bien puta y le re encanta la verga. Valery, ¿quieres sentir las dos vergas al mismo tiempo?, solo moví la cabeza afirmativamente. Antonio pasó detrás y comenzó a expandir mi culo con los dedos. Después de un momento, un dolor me los clavó en mi fundillo pero en vez de pedir que lo sacara, le supliqué que me diera más duro. Me volvió a nalguear y siguió expandiendo mi culito, ¡Así papito, no pares! me vino un orgasmo como nunca antes. Me sentí en ese momento como una gran puta. No sé cuánto tiempo estuvimos cambiando de posiciones, sentí sus vergas en cada uno de mis orificios. Me llamaron puta, perra, cabrona cogelona, y no sé cuántas veces les dije que sí, que me gustaba más como me cogían. Me obligaron a mamar sus vergas hasta que se vinieron en mi boca. Casi amanecía cuando se fueron a sus recámaras y yo me metí a la ducha. Cerca de las diez de la mañana me levanté y fui a la sala. Ahí estaba todo la botella, los vasos y una nota que decía: Valery despídeme de mis hermanos, me voy para la escuela a presentar mi examen y después me iré con mis amigos a ...