1. Volver a salir con mi mejor amiga


    Fecha: 20/12/2018, Categorías: Confesiones Hetero Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos

    ... profundo se escapó de mi boca cuando su dedo índice se abrió camino entre mis labios vaginales para penetrarme. El tipo sabía cómo masturbar a una dama, y mientras que con su dedo pulgar me estimulaba el clítoris, me penetraba al mismo tiempo con el índice de la misma mano. Aquello sí que era nuevo para mí. Mi esposo nunca me había acariciado de esa manera. Esa sensación de temor por lo que íbamos a hacer, por lo prohibido, elevó mi excitación hasta niveles que no recordaba. ¡Dios todo era tan nuevo para mí! Parecía una quinceañera inexperta en las manos de aquel tipo experimentado. Me estaba derritiendo en sus manos sin poder evitarlo... .-“Ooough” grité al comprobar que otro dedo me penetraba. Lo hizo lentamente, disfrutando del momento. Se regocijó contemplando mi rostro de placer. Mi marido nunca me había hecho nada igual. Estaba ensartada entre sus dedos experimentando el mayor placer que hubiera sentido nunca. Estaba a punto de estallar en el mejor orgasmo de mi vida sin duda alguna, y todo provocado por un señor veinte años mayor que yo. Aquello era demasiado para mí. Era un juguete en sus manos. Esta vez fui yo quien rodeó su cuerpo con mi pierna para facilitarle la labor. Muy a mi pesar tuve que dejar de acariciar su entrepierna para agarrarme a él. Rodeé su cuello con mis manos hundiendo su cabeza en mi deseado escote. .-“Que tetas más ricas tienes” dijo esta vez en un tono más soez, mientras me besaba por todo el escote, y que tanto deseaba. Yo solo temía que algo ...
    ... interrumpiese sus caricias, me estaba llevando hasta límites insospechados. .-“No pares, por favor, sigue, sigueeeh…” le gemía en la oreja aferrada a su cuello. Estaba totalmente entregada. Sólo podía pensar egoístamente en alcanzar como fuese mi orgasmo. .-“Estas muy buena, niña, pero que muy buena” dijo mientras movía sus dedos a un ritmo frenético en mi interior. .-“Oh si, siih, no pares ahora, siiih” yo estaba próxima al clímax final. .-“Sigue, si, si si,…” mis gemidos eran ahora entrecortados. Rober dejó de besarme para contemplar victorioso como me corría entre sus dedos. .-“Siiih, siiihhh, siiiiihhhh!!!!…” no pude evitar gritar mientras mi cuerpo se convulsionaba de placer ensartada por su mano. De repente, unas risas se escucharon en la oscuridad a lo lejos. Parecían provenir de detrás de unos árboles que decoraban la calle. Aunque no pudimos ver de quien provenían, por el tono de voces, parecían un grupo de jóvenes que nos habían estado observando desde hacía algún rato. Yo creí morirme de vergüenza. Estaba totalmente paralizada. No entendía cómo podía haber podido ocurrir todo eso, como me había dejado llevar hasta ese límite. Además, de alguna forma mi orgasmo se había visto interrumpido en su estallido final. Rober adivinando mis pensamientos tiró de mí tratando de salir de allí lo antes posible. Cuando llegamos al cruce con una avenida principal ambos pudimos escuchar a lo lejos los gritos provenientes del fondo de la calle… .-“¡¡¡DALE DURO!!!” escuchamos entre ...